𝓜𝓸𝓷 𝓑𝓾𝓰 [CHLOENETTE, LADYBEE]

1.

Chloé a decidido por fin declararse a aquella chica que portaba un disfraz rojo con motas negras al igual que su antifaz.

¿Cómo se enamoró de ella? Ni ella sabía el porque ni el cuando.

Solo sabía que aquella chica azabache era la indicada.

Ladybug les había permitido a los tres tener los miraculous por un tiempo, quería que conozcan más a fondo a sus kwamis.

Y claro, Chloé aprovechó eso para pasar tiempo con su mariquita.

La alarma de su celular que fue programada a las 9:00 sonó anunciando que ya era hora del patrullaje. Chloé se transformó y salió por la ventana de su habitación.

Cuando llegó a la Torre Eiffel, observo a Chat Noir y a Rena Rouge conversando, esperando a los demás para empezar la patrulla de cada noche.

—¡Hola chicos! ¿Cómo estan?.—saludó la portadora del miraculous de la abeja a sus compañeros de batalla.

—Muy bién, ¿Y tú, Bee?.—dijeron al mismo tiempo los felinos.

—Muy bién.—contestó la rubia alegremente.

—Hola chicos, perdón por la demora.—saludó la de motas un poco agitada—.¿Donde está Caparace?.

—No podrá venir, esta algo ocupado.—dijo la morena.

—Ok, empezemos con la patrulla. Rena y Chat irán por la izquierda, Queen Bee y yo por la izquierda ¿Bien?.

Los tres héroes asistieron. Los felinos se fueron por dónde les ordeno Ladybug.

Ladybug le sonrió a Queen Bee para después saltar de la Torre Eiffel.

La rubia se sonrojo ante el acto de la mariquita. Con cada rose, sonrisa o mirada de la azabache le hacía sonrojar.

La rubia imitó el acto anterior de la azabache, cuando ya había alcanzado a Ladybug decidió hablarle. Ya saben, para después cambiar tema y confesarse, lo normal.

—Bueno Ladybug, ¿cómo ha ido tu vida?.—preguntó la rubia sentándose al lado de su amada mariquita.

—Pues bien, la escuela, los deberes, y los diseños que tengo pendientes me mantienen muy ocupada, pero siempre logro hacerme algo de tiempo para mí o para mis amigos.—dijo la Ladybug, moviendo sus pies.

—Espera un momento, ¿haces diseños?.

—Sí, mi sueño es ser diseñadora de modas, solo espero cumplirlo.—respondió la mariquita dándole una sonrisa haciendo que su amiga se sonrojara.

—Bu-bueno, oye, tengo algo que confesarte.—se acercó un poco más a su compañera.

—Dime, te escucho.

—Es algo que llevo sintiendo hace mucho tiempo pero sinceramente no sabía bien si era o no era, pero ahora que he podido pasar tiempo contigo y conocerte bien, aunque no sepa quien se esconde detrás de ese lindo antifaz moteado, puedo asegurarte que estoy enamorada de ti, no es ningún enamoramiento pasajero, estoy completamente y locamente enamorada de tí, Ladybug.

—¿Ha-hablas enserio, Queen?.-hablo nerviosa la mariquita mientras sus mejillas adquirían un rojo intenso.

—Si.—hablo con firmeza mientras agarraba la mano de su compañera—.Estoy enamorada de ti, no puedo seguir negandolo.

—Y-yo, wow... Yo no me esperaba esta repentina confesión...

—Entiendo que no correspondas mis sentimientos, es normal, ¿cómo una chica como tu estaría enamorada de mi? Una chica mala con todo el mundo, no merece ser amada.—dijo la ojiceleste cabizbaja.