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Kylie's POV
Tocaron la puerta, así que me levanté, con dificultad y fui a abrirla.
Sonreí, me encantaba que estuviera siempre para mi disponible, parecía un ángel de la guarda o algo por el estilo. De la nada mis cachetes se tornaron a un color carmesí.
— Buenos días, borracha. —Puso una bolsa delante de mi cara.
— Ja ja. —Me reí sin gracia.
Saqué la botella de agua de la bolsa y me tumbé con el en el sofá, puse mis pies sobre su regazo poniéndome cómoda.
Hubo un silencio incómodo por unos segundos, lo que era raro. Justin y yo éramos mejores amigos y nada entre nosotros era incómodo.
— Estas raro. —Divertida, dirigí mi pie a su boca.
El la apartó, sin ni siquiera sonreír un poco.
Fruncí el ceño.
Abrí la boca para preguntar que es lo que pasaba, pero me interrumpió.
— No te acuerdas de lo que pasó ayer, ¿no? —Se rascó la nuca cabizbajo.
Empecé a rebobinar todo lo que pasó horas atrás. Recordaba cuando comencé a beber mientras Ryan me servía más y más alcohol. Recordaba cuando Justin me presto su chaqueta y nos abrazábamos. Recordaba cuando llegamos al hotel. Y muy borrosamente, recuerdo a Justin, demasiado cerca de mi. Pero eso quizás se lo invento mi cerebro.
— ¿No te acuerdas? —Se levantó y suspiró.
Parecía enfadado y, ¿triste?
— Kylie me duele mucho decirte esto, pero tenemos que dejar de ser amigos. —Se dirigió a la puerta.
— ¿Que? No. Si esto es una broma no tiene gracia. ¿Te has vuelto loco? —Lo detuve.
¿Que pasó ayer? ¿Y por que de repente quiere que dejemos nuestra amistad?
— Escucha, —Suspiró. — Ayer, tu y yo, nos besamos. Y no fue un beso normal, casi acabamos en la cama. Pero por tu estado de embriaguez, no me iba a aprovechar de ti. ¿Que hay de mal en eso? —Se cuestionó. — A parte de todo, que me gustó. Joder Kylie, me gustas, mucho. No puedo seguir siendo tu mejor amigo si mi amor por ti no es correspondido.
Ósea que mi cerebro no se inventó el momento en el que Justin y yo estábamos muy cerca. El momento dejó de ser borroso y entonces empecé a recordar. Justin y yo, en mi cama, dándonos una sesión de besos, la cual a ambos nos estaba encantando.
— Adiós, Kylie. —Habló agarrando el picaporte.
Me interpuse entre la puerta y el, yo quedando delante de él y la puerta a mis espaldas.
— Dicen que los borrachos nunca mienten. —Sonreí y atropelle nuestras bocas en un dulce beso.
Enrollé mis brazos en su cuello mientras el me daba caricias en la cintura. Cuando nos separamos por falta de oxígeno, el habló.
— Entonces... ¿Es oficial? —Cogió mi mano.
— No tenias ni que preguntarlo. —Carcajeé para darle un corto beso.
De la nada la puerta de abrió.
— Siento haber tardado mucho pero la mierda no quería bajar del retrete y-. —Hailey apareció por la puerta con una bolsa de papas. — ¿Vosotros dos? —Miro nuestras manos juntas. — Joder ya tardaron para confesar vuestros amor. Enhorabuena! —Nos abrazó.
