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Después de haber desaparecido por una semana y medio, había vuelto a mi casa en Los Angeles

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Después de haber desaparecido por una semana y medio, había vuelto a mi casa en Los Angeles.

Me encontraba mejor. Hailey nunca me habló de vuelta y tampoco tenía intenciones de llamarla. Quizás ese había sido el fin de nuestra amistad.

Justin y yo nos encontrábamos mejor que nunca en nuestra relación. Íbamos a todas partes juntos y nos nos cansábamos el uno del otro.
Hoy en día nos encontrábamos en un criadero para adoptar un perro. Suponía que habíamos pasado a la fase en la que las cosas se vuelven serias en nuestra relación. Incluso me ha pedido que vaya a vivir a su casa ya que siempre me la pasaba en su casa. Normalmente mi familia suele estar en la mía y no teníamos mucha intimidad.

— Quiero llevármelos todos. —Puse puchero mirando a la camada de cachorros Retriever acercarse.

Puso puchero también cogiéndome de la mano. Llevamos aquí casi dos horas decidiéndonos entre que raza deberíamos de escoger.

— De hecho, una mujer vino hace una semana. Nos dejo un perrito que al parecer lo encontró en el jardín de su casa. No quiso quedárselo entonces nos lo dejó. —Habló la señora que nos estaba dando el tour.

— ¿Podemos verlo? —Preguntó Justin.

— ¡Por supuesto! Síganme por favor. —Nos guió hasta otro criadero donde se encontraba el pequeño Golden doodle intentado agarrar su cola divertidamente.

— Baxter, ven aquí chico ! —Le llamó la mujer.

Baxter, de un salto, vino corriendo hacia nosotros. Justin y yo nos soltamos las manos para acariciar su pelaje rizado de un tono marrón claro con algunas manchas blancas. No parecía tener más de 4 meses por lo cual su cuerpo no era tan grande.

— Le hemos revisado y está en perfectas condiciones. Vacunas hechas, buen peso y es bastante divertido. Lo único que le falta es alguien que le cuide y de amor. —Nos miró la mujer con una mueca algo triste.

Miré a Justin cómplice.

— Baxter, bienvenido. — Me agaché para cogerlo y este pareció entender todo lo anterior ya que su cola empezó a moverse como loco.

Justin y yo reímos. Estábamos felices de empezar una nueva etapa en nuestra vida.

𝐈𝐍𝐒𝐓𝐀𝐆𝐑𝐀𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora