1

8 1 0
                                    

Las mariposas blancas…cada vez que veía una el recuerdo de mi madre se hacía presente. No sabía como pero aquello era una asimilación atroz. Vagamente puedo recordar los momentos en que ella permanecía a mi lado. ¿Qué sucedió? , ¿En qué momento se fue?, ¿Cuándo cambio todo?

-Adrien…Adrien. – su voz, ¿era la voz de mi madre? –Adrien tienes que levantarte o llegaras tarde. - ¿a quién le pertenecía esa voz?

Pude despegar lentamente los parpados, somnoliento pude divisar su hermoso cabello rubio. Nathalie tan recta como siempre me miraba por lo alto. Sabía que significaba eso “un mal día”

-tienes exactamente 27 minutos para prepararte antes de ir a tu sección de fotos.

-es sábado, ¿podría descansar un poco más? –suplique con la mirada.

-por supuesto que no. Tu padre me ha dado las…

-instrucciones. –bufe fastidiado. –lo sé, estaré listo en 25.

-me retiro

Instrucciones, era todo lo que recibía.

Una sección de fotos por día, ¿Qué acaso no se cansaban de verme todos los días?

-estarás libre después de las 2pm. Tu padre tendrá una reunión con una nueva marca que desea usar los diseños del señor. –ignore por completo lo que decía, estaba de más saber que no vería a mi padre ese día.

-¿sabes si papá ira? –me encontraba nervioso, tal vez ansioso. Deseaba que mi padre asistiera a mi graduación.

- no lo sé, se encuentra muy ocupado. Posiblemente no asistirá

-¿has tenido noticias de él?

-lo siento Adrien, si las tuviera no podría decirte nada, son instrucciones de tu padre.

El camino siempre era largo cuando se mencionaba a mi padre en los traslados a los eventos. El auto no era lo suficientemente grande para respirar tranquilamente la rigidez de Natalie, siempre se contagiaba, incluso el gorila de mi guardaespaldas se condicionaba de aquella manera al verla. Pero aquello no fue siempre así.

-solo son 104 fotografías. Escogeremos las 20 mejores, para finalmente quedar con 4. Ya sabes que hacer. –indicaba aquella joven mujer. –tu vestuario se encuentra en el camerino de la derecha. Se encuentran enumerados. –señalaba con su dedo índice contando. –de derecha a izquierda. Tu asistente corroborara si es el adecuado.

-¿es necesario tomar tantas fotografías? –sonreí de manera seductora intentando convencerla.

-por supuesto que sí, las necesitamos todas y cada una de ellas. Por cierto eres un encanto. –termino con un guiño y un pellizco en mis mejillas.

Voltee hacia atrás esperando ver a Nathalie quien ya me indicaba cual era el camerino que debía usar.

-tienes que hacer todo lo que te indican. Tu padre se molestara si tiene quejas sobre tu comportamiento.

-no tienes que recordarlo.-entre hecho una fiera al estúpido camerino improvisado. Detestaba tener que hacer eso todos los días, tantos cambios de ropa en un solo día. Estaba seguro que más de la mitad de las mujeres que veían las fotografías preferían que no usara nada, lo cual sería una ventaja, no tendría que cambiarme tanto. Claro la moral de los Agreste no iba dirigido hacia ese camino.

“viejo, estaremos en la pizzería preferida de Marinette, le tenemos una sorpresa, esta vez no faltes”.

Era un mensaje de Nino

“lo siento, llegare tarde”

Guarde mi teléfono en la maleta que Nathalie me obligaba a cargar. Plagg seguía dormido plácidamente abrazando su querido queso.

RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora