Pasan los días, y es un completo infierno, ya no soporto tener a este estúpido a mi lado.
Me insulta, ofende, incluso se insinúa, tengo ganas de golpearle pero lo creo capaz de regresarmelo tres veces más fuerte.
La última vez que me molesto, fue hoy, me arrebató la cinta que sujetaba mi coleta alta sin cuidado alguno, lastimando mi cuero cabelludo, seguramente quiere hacer alguna clase de brujería conmigo. Si no regreso al día siguiente, será por culpa suya.
Desde hace unos meses dejaron de molestarme, incluso me había vuelto invisible y estaba muy agradecida por ello.
Pero el destino es tan cruel conmigo y puso a este zopenco en mi camino. No le he hecho algo digno de venganza, así que no entiendo su repentino odio hacia a mi persona.
Debido a esas faltas de respeto, he decidido ya ni siquiera salir a los descansos, para poder tener un poco de paz, nuevamente me siento triste y cansada, creía que todo este martirio había terminado, pero los problemas crecen y crecen.
No es como que haga muchas cosas en los descansos, solamente comía mi almuerzo, pero ahora ni ganas tengo de eso, por ello me he quedado sentada en mi banca, admirando la soledad de mi aula, todo en silencio, mi cuerpo se sentía algo débil por la presión y el estrés que en un mes me habían provocado.
Así que tratar de mantenerme despierta me era imposible, pero ya no podía más, cerré los ojos, descansado hasta de mis propios pensamientos.
Así fueron unos cuantos minutos, hasta que la puerta fue abierta, pero no me moví en lo absoluto, no tenía interés de saber quién era la persona que estaba dentro.
-Hey...¿Estás despierta?-
Una voz suave susurro en mi oído, así que de inmediato abrí los ojos, encontrándome con la sonrisa más bella que había visto en mi vida, la cual también era muy contagiosa.
-Hoseok, h...hola-
-Perdón por molestarte pero, no te vi afuera y supuse que estarías aquí ¿Ya comiste algo?-
-¿Eh? No no, pero no tengo hambre así que no hay problema- traté de sonreír y parecer honesta, pero mi semblante gritaba lo contrario.
-¿Puedo tomar tu mano?- asenti a su petición, de forma temblorosa alce mi mano y el la tomó, observando cada detalle -Tu piel está aún más blanca de lo normal, y lo delgada que estas me preocupa, vamos te compraré algo...-
-No no hace falta...-
Me ignoró completamente, y aún tomando mi mano me llevó hacia afuera, en dirección a la cafetería. Si pudiera contar las múltiples miradas que teníamos encima, no terminaría. Pero había una que me congelaba la sangre.
La de Min.
Traté de ignorarlo, y seguí los pasos del chico que me guiaba lejos. Me compró unas cuantas golosinas, y se sentó conmigo en el patio trasero.
No sabía que decir, ni que responder, por lo que mi impulso de idiotez me llevo a preguntar algo que al parecer a muchos les molestaba.
-Hoseok...- llamé su atención- Tú...¿Eres amigo de Yoongi?-
Su rostro se endureció un poco, marcando las finas líneas de su quijada y rostro.
-Antes...lo era antes...¿Te sigue molestando?-
- No...-
-Yo sé que sí lo hace, pero tranquila, es un idiota pero también tiene un poco de cerebro, sin embargo- se levantó y estiró su mano hacia a mi, por lo tanto la tomé para levantarme- sí te hace algo más, dímelo...¿Esta bien?-
-Esta bien Hoseok...- le sonreí y el me correspondió.
Caminamos nuevamente a las aulas, el me dejó en la mía, me despedí aunque yo no quería, me sentía muy bien realmente con el.
Mientras lo observaba irse junto con sus demás amigos, alguien me hizo regresar a la realidad, con un golpe en la cabeza.
Min me había lanzado una cajita de leche en dirección a mi nuca, suspire profundo, este idiota no le va a arruinar el día, hoy no señores.
Y no tuve más que soportarlo hasta que finalizaron las clases.
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Empty Voices// MYG
Fanfiction"Dejar asuntos pendientes, puede traer problemas" •Heterosexual •Depresión, temas sensibles •Hecha por mi autoría, si se quiere hacer un escrito o copia de está historia, recurrir a mi bandeja de entrada para consultarlo.