Error//Joerick//(TERMINADA)

Final

En pequeño ruido interrumpió las palabras del risado, era un llanto de un bebé.

—Joel vete tengo que cuidar a mi hijo—habló empujándolo otra vez hacia afuera.

—Estarás diciendo nuestro hijo, Erick—se paró en frente del menor.

—Dejó de serlo cuando lo negaste—calló una lágrima al recordar todo lo que había pasado.

—Fui un idiota,¡y lo sabes! Quiero arreglar las cosas con ustedes y poder conocer a mi hijo.

—Esta bien— susurró rendido el menor—cuídalo mientras yo voy a hacer su biberón

—Te amo—antes de que el ojiverde pudiera responder el mayor se lanzó a sus labios besándolos suavemente.

—Cuánto extrañaba tus labios—volvió a hablar Joel con una pequeña sonrisa.

El ojiverde guió al risado hasta la habitación de su hijo, le dio una ropa para cambiarse y unos juguetes para que jugara con su bebé.

—Hola pequeño—sonrió tomando la manito del pequeño bebé.

—Perdón por haberte negado...—susurro bajando la mirada—solo que no estaba listo para tener una familia...ahora tampoco lo estoy,pero quiero recuperarlos a ti y a Erick...- cargo al pequeño en sus brazos.

Erick al escuchar la conversación que Joel había tenido con su hijo calló una lágrima por su mejilla, aún después de tanto tiempo no había cambiado en nada.

—Ya traje su biberón...—hablo el ojiverde entrando a la habitación.

—¿Puedo?...—susurro Joel mirando el biberón del bebé.

Erick solo le dedico una sonrisa entregándole el biberón, Joel con cuidado le dio el biberón al bebé mientras lo miraba atento.

(...)

—Estoy arrepentido Erick...—volvió a susurrar Joel con la mirada baja.

—Se que lo estás Joel, pero rechazaste a nuestro hijo...y eso no lo voy a olvidar...

—Cometí un Error, ¡lo sé! Pero por favor perdóname—se arrodilló enfrente del menor llorando.

—T-Te perdono...—susurró con la voz cortada.

El mayor se levantó y abrazó al ojiverde, después de casi 2 años, pudo abrazarlo de nuevo. Se sentía bien, como si volviera a vivir después de tanto tiempo.

—Erick Brian Colon, deseas volver a ser mi novio, ¿ahora si escondernos de nadie?—sonrió.

—SI!, digo... está bien— rio sonrojado besando los labios del mayor.