Guardian Warrior Angel 2.

★Guerra★

Jorge seguía deprimido por no poder usar sus poderes tal como el quería.
Ya todos sus compañeros habían logrado evolucionar y él simplemente no podía.

Adrián encontró a Dodge y le dio el cristal universo.

—¿Aun sigue mal?.— Preguntó Adrián.

—Si, está preocupado porque aun no desarrolla sus poderes.

—Esto tiene que terminar. Ahora que conseguimos nuevos poderes, estamos listos para vencer a Caos y Zero.— Aseguró Adrián.

—No estoy seguro, deberían esperar a que Jorge obtenga sus nuevos poderes, quizás así sería mas fácil vencerlos.— Dijo Dodge.

—No vamos a huir, acabaremos con ellos y así Jorge no tendrá que preocuparse más. — Adrián corrió mientras llamaba a Gaby y Jaime.

—¡Están locos!.— Gritó Dodge mientras el se dirigía a la casa de Jorge.

Más tarde...

—Es por ello que esta vez debemos buscar a esos dos y derrotarlos. Me preocupa Jorge.— Dijo Adrián.

—¿Tu preocupándote por Jorge?, eso si que es nuevo.— Se burló Jaime.

—Es mi primo, obvio que me preocupo, aunque nos la pasemos peleando el es familia y como tal tengo que apoyarlo.— Se defendió Adrián.

—Bueno, es hora de irnos. Tenemos que transformarnos.— Los tres guardianes levantaron sus cristales y se transformaron inmediatamente.

Gaby en Guardián Warrior Rubí, Jaime en Guardián Warrior Esmeralda y Adrián en Guardián Warrior Zafiro.
Los tres planeaban derrotar a los villanos que deseaban apoderarse de la galaxia.

—Con nuestros nuevos poderes podemos teletransportarnos hasta el planeta Zero, al menos hay que intentarlo.— Sugirió Gaby.

—Tienes razón. Vamos a tomarnos de la mano, cerráremos los ojos pensaremos en esa dimensión fría y oscura en la que se encuentra ese planeta.

Así lo hicieron, cerraron los ojos y pensaron en aquel mundo tan desolado, una luz cayó sobre ellos y comenzaron a flotar, pero antes de que pudieran irse, apareció Diamante.

—Esperen.

Los chicos abrieron los ojos y la luz desapareció al instante haciéndolos caer al suelo.

—¿Que pasa Diamante?, estábamos  a punto de ir en busca de Zero y su secuas. — Dijo Gaby.

—Es muy peligroso ir sin el Guardián principal.

—Pero Jorge no quiere usar el cristal y no creo que Zero quiera esperar a que el se recupere. Sus ganas de conquistar el universo están llegado a su límite, si no hacemos algo pronto... El vendrá a destruirnos.— Afirmó Jaime.

—Está bien, yo voy con ustedes. Quizás podamos hacer algo y si tenemos algo de suerte, podamos derrotarlo.— Diamante se unió a la misión para vencer a Zero.— Yo puedo transportarlos hasta allá y sin necesidad de que utilicen todos sus poderes.

—Perfecto, vamos allá...

—Hay que tomarnos de las manos y cerrar los ojos. Por nada del mundo deben soltarse o pueden perderse en el basto universo. Si alguno se suelta puede terminar en alguna región lejana y le sería imposible volver, así que pase lo que pase, no se suelten, ¿Entendido?.— Advirtió Diamante y todos asientieron.

Diamante levantó su cetro y los chicos cerraron los ojos para después desaparecer.

Sintieron un cambió repentino en el ambiente, sentían que iban a una velocidad increíblemente fuerte, pero sabían que no debían soltarse.
Atravesaron un túnel oscuro y al final cayeron en un lugar oscuro y desolador, por gin habían llegado al planeta Zero y era tal y como lo imaginaban; frío, oscuro y desierto. Pareciera que el planeta en si no tenía vida.