El Banshee (Pausada)

capitulo 5 - Peligro eminente

Él libro se abre despues de sentir él pinchazo en mi dedo índice. Un extraño escalofrío recorre mi cuerpo, una briza extraña y escalofriante pasa por la habitación de quien sabe donde,es como una extraña sensación de presencia nada buena. Veo él contenido de él, las paginas sin algo viejas, ya que su color es amarillo y a las orillas es de un amarillo mas oscuro, parece que estada pagina de ella fue escrita a mano, es algo viejas y extraña este tipo de letra pero aun así lo alcanzo a entender un poco. Aparece algunas palabras extrañas, símbolos y dibujos extraños, hablando sobre cosas o lo que aparecen ser animales con nombres extraños. Pasando pagina por pagina, hasta que me detengo en una que llama total mi atención, leo él encabezado de la hoja vieja, tiene de nuevo esa palabra.

—Banshee— musitó con voz baja. La sensación de escalofríos regresa. Cierro él libro, a velocidad, me levanto de la cama y aguardo él libro en un cajón de noche.

Me acuesto de nuevo en la cama, para tratar de olvidar ese escalofriante momento.

A la mañana siguiente, me levanto, toma una ducha y desayuno, para poder irme a la escuela, hay entro algo tarde ya que mi primera clase la tengo como a las once de la mañana, por él camino paso a comprar un capuchino, y una dona de chocolate para comer. Aun que desayune después de unas horas, me vuelve a dar apetito.

Llego a las instalaciones, veo la hora en mi móvil y veo que faltan como cuarenta minutos para que comienza mi clase y los que están en él aula salgan. Tomo asiento en una de las bancas del campus de la universidad. Salto una libreta para checar algunos a puntos y trabajos pendientes que tengo que entregar en unos días.

—¿Puede sentarme aquí? — dice una voz a mis espaldas, volveo y me encuentro con él mismo chico con el que choque ayer... Theo, creo que ese era su nombre.

—Claro — asiento ante su pregunta, toma asiento a mi lado mientras en una de sus manos lleva una carpeta de color mezclilla. —¿Es tu primero día aqui?

—Si... — responde— estoy algo perdido, ayer cuando chocamos, fui por mi horario y a dejar unos documentos faltantes... Aun ando algo pedirdo, no se donde esta mi primera clase.

—Dejame ver eso — tomo él a horario en su mano, leo la hora y me doy cuenta de algo — ¿Estudias arquitectura? — le pregunto.

—Si, estudie dos semestres en california pero tueve que mudarme — elevo las cejas, así que él también es americano. — supongo que te sorprende que sea americano. ¿O me equivoco?

—No claro que no — niego y río — es muy curioso que lo seas, ya que yo igual soy americano.... —Supongo que es bueno hacer algún nuevo amigo, pero al ver ese chico de ojos color avellanas y cabello como él mismo carbón, veo sus fracciones, tiene algunos lunares y pecas que se dejan ver por su cuello, y un lunar casi visible en la punta de su nariz. Su piel no es tan blanca y ni tan bronceada como algunos. La alarma de mi móvil hace que despierte de mi trance, la clase comienza en cinco minutos — deberíamos irnos, la clase esta por comenzar.

Él asiente, toma sus cosas y caminamos hacia él aula de clases. Durante él camino él me cuenta algo de su vida, por que de mudaron aquí, que fue hace dos días, y aun no conoce la ciudad, solo son el, su padre y madre.

...

Al terminar las clases. Me despido de mis amigos, me tuve que separar de Theo ya que solo tuvimos dos clases juntos hoy, y él resto del día no lo volví a ver. Les conté amigos del nuevo chico. Y también sobre lo que me paso sobre él libro que mágicamente apareció en mi departamento. Me aconsejaron que fuéramos todos a buscar la sección de donde estaba él libro la primera vez que lo vi, pero cuando llegamos ahí, la repiza había desaparecido. Casi me tachan de loco o que estaba alucinando, me recomenzaron que descansanda, pero se muy bien que no estoy loco, se que lo que vi fue real.

Camino por las calles de la cuidad camino a mi edificio, él sol ya se esta ocultando, pero lo bueno es que la luces de los faros ayudan a ver las banquetas, camino tranquilo hasta que logró escuchar un ruido que proviene de un callejón. Volveo a aquella dirección, esta muy oscuro, no logro ver nada. Se que no debería adentrarme a ese callejón, una extraña silueta corre hasta lo mas profundo del callejón, la intriga me gana y camino hacia adentro.

—H-hola?— hablo para ver si hay alguien — ¿Hay alguien ahí? — es miedo es algo que no se hace esperar. Él mismo ruido se vuelva a escuchar. Los susurros llegan a mis oídos.

—Debes tener cuido— son varias voces — protegete — dicen aquellas voces escalofriantes.

Algo me golpea sin saber que, y término golpeándome con la pared, desorientado me trato poner de pie, pero alguien me levanta del cuello de mi camiseta.

—Vaya pero que deliciosa es mi cena — un chico de cabello negro, piel blanca, muy palida, y ojos oscuros dice aquellas palabras. Pero la pregunta aquí, es ,como demonios me puede levantar con una mano, pareciera que lo hace sin esfuerzo — Eres muy lindo, creo que divertiré un poco con tigo.

—¿Quien eres? — le pregunto. Él sonríe de lado,como si le pareciera gracioso la escena.

—Todos me llaman Mayronth — En un parpadeo mis pies de nuevo están en él suelo, él chico que estaba frente a mi desaparece, con él pulso al mil, me aterro, como es posible que desaparezca de esa manera. —Y tu eres mi nuevo juegue — dice cerca de mi oído. Me volteo lo mas rápido que puedo, pero me pega a la pared a una velocidad sobrehumana. Sus iris cambian del negro como él carbón, al rojo como la sangre. Por inercia lo empujó y trato de salir corriendo, pero me toma del hombro y me pega de frente a la pared. —Eres una presa muy traviesa... Me divertiré jugando con tigo — dice con una voz que da escalofríos.

Me tira al suelo, no mentiré ese golpe si me dolio, quejandome por él dolor, me levanto, veo que camine hacia a mi, me arrastro por él suelo pegándome a la pared, él miedo invade mi cuerpo. Tengo que hacer algo. Ese tipo no es humano. Sus ojos rojos, sus uñas largas y esos colmillos filosos, son cosas que no existen. Lo mas probable es que sea un maniático. Que me viole y me mate.

—Grita... Hazle escuchar tu grito — los susurros se escuchan como si vinieran den callejón, pero al parecer soy yo él que los escuchas, ya que él chico frente a mi, parece que no escucho nada, sus pasos de acercan más a mi.

—Alejanteeee — tomo aire — Ahhhhhhhhhh! — dejo salir él grito.

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Delen mucho amor!

Me tardare en actualizar las demás historias. Este capitulo lo escribe apenas ayer.