La última en entrar en la clase fue una niña pelirroja que tropezó con el marco de la puerta. Casi inmediatamente la profesora la ayudó a levantarse evitando algunas risas.
Hice una ojeada, no conocía a casi nadie. Después de conocer el nombre de todos reconocí algunas caras de mi antiguo colegio, ya que unían a dos colegios distintos para formar clases mixtas.
De mi colegio estaban;
Ámber, Zack, Edward, Serena, Thalia, Meghan, Aria, John, George y Jackson.
Del otro;
Jennifer, Karla, Nethan, Taylor, Simon, Jake, Annie, Stephan y Randy.
Nuestra nueva profesora, la señorita Evans, era profesora de francés y nos dividió en grupos para "conocernos mejor".
Me tocó sentarme con Edward, Jake, Thalia, Meghan y Aria.
Como nadie hablaba, yo no tenía intención alguna de hacerlo, entonces sin previo aviso, alguien empezó a hablar.
—Bueno... El buen rollo se palpa en el ambiente.
Thalia era la que hablaba, y eso sí que era una novedad ya que nunca en mi vida la había visto mover los labios. Aunque la verdad nunca le había prestado mucha atención... Hasta ahora, era más guapa de cerca, ya que solo la había visto en ocasiones en el patio.
Tenía el cabello negro largo con mechones lilas, sus labios pintados de negro, ... Su ropa en general también era negra, botas altas, vaqueros y cazadora. No sé si lo hacía aposta pero impresionaba como resaltaba su piel pálida con el contraste del negro y sus ojos te hacían fijarte en ellos durante un buen rato con aquel poco común color azul-verdoso.
—¿Y de qué hablamos?— preguntó Meghan.
A Meghan sí que la conocía con anterioridad ya que había hablado alguna que otra vez con ella sobre libros. Su cabello color castaño claro estaba recogido y alisado. Sus ojos hacían juego con el color de su pelo. Resaltaban de ella unas enormes, por no decir gigantescas gafas cuadradas.
— No sé, ¿De lo bonita que es la clase?— dijo Aria
Espera un momento... ¿Aria? No había caído en la cuenta de que estaba en nuestro grupo. No pudo entender cómo acabó en la mesa de marginados/raritos. Era la típica chica diez, diez en todo. Se llevaba bien con todo el mundo, la saludaban por los pasillos, sacaba buenas notas, le adoraban, era la portavoz del colegio, animadora del equipo de fútbol y baloncesto, recibía premios, se iba de viaje de alumnos prodigios... Y un montón más de cosas que no me acuerdo.
Era alta, delgada, cabello rubio ondulado largo, ojos castaños oscuros... En resumen era guapísima.
—¿Dónde está lo bonito?— dijo Edward.
Edward había sido mi amigo en algún momento, era callado, pero según cómo lo recordaba divertido. Era alto, delgado, ojos grises y moreno. Le gustaba dibujar y hacer deporte.
—¿Podemos hablar de algo que no sea la clase? Ya tendremos tiempo de sobra de quejarnos de ella, ahora no quiero amargar el primer día de clase— dijo Jake.
No sabía quién era, pues era de otro colegio diferente al mío. A diferencia de nosotros, era un poco más regordete. Su cabello era rubio y ojos castaños.
Los cuatro me miraron cómo esperando a que hablase.
— Ehhhhhhhh... Sí, sí... Tiene razón... Jejeje...— dije.
Pues bueno yo me llamo Daniel, soy alto, delgado, el cabello castaño claro y ojos verdes acompañados de unas gafas.
Al acabar de hablar todos volvieron a bajar la vista y esperar a que se acabase esa hora de clase horrible.Ya en el patio busqué instintivamente un sitio en dónde pasar desapercibido, entonces pude divisar un bosque a lo lejos y decidí ir allí.
El bosque del instituto tenía árboles grandes y espesos de hojas, un lugar oscuro y solitario, el sitio perfecto.
¿Oscuro y solitario? Vaya no debía de ser el único que tenía en plan ir al bosque, allí dentro había más personas que en el propio patio en sí.
Salí corriendo de allí y vi un claro dónde no había árboles salvo un gran roble que estaba bañando por el sol. Me senté en su regazo y me deje llevar por el agradable silencio... Que justamente fue interrumpido por una estruendosa canción de Heavy Metal
Abrí los ojos y no vi nada que produjese aquella melodía, entonces... Me vino a la cabeza mirar detrás del árbol.
Rodeé el roble y allí estaba, tumbada, Thalia con los ojos cerrados y parte del pelo cubriéndole el rostro.
Mire al otro lado estupefacto desde allí se veía cómo brillaba el sol y en dónde estaba Thalia estaba todo completamente oscuro salvo por unos tímidos rayos de sol. Parecía dos habitaciones completamente diferentes.
Me di la vuelta dispuesto a irme.
— No me importa que te quedes. -dijo— Mientras no molestes...
Me miraba con aquellos ojos misteriosos suyos
¿Cómo me habría visto? Parecía absorta en un sueño y además tenía los oídos tapados con los auriculares.
Me quedé con ella ya que en el fondo... Me apetecía estar con alguien.
—¿Quieres escuchar Heavy Metal?— dijo ofreciéndome un auricular.
— Vale.
Pasamos buena parte del tiempo escuchando música, hasta que Aria apareció con Meghan y Jake y Edward las seguían.
—¡Hola parejita!—dijo Aria.—¿Habéis visto que había una pareja dándose el lote?
Empezó a reírse tontamente junto a Meghan, parecían muy amigas.
— Les odio.— dijo Jake
—¿A quiénes?— preguntó Edward.
— A los de la clase, no hacen más que reírse de los demás.
—¿Porqué será que siempre acabamos juntos?- dijo Thalia de la nada, absorta en sus pensamientos.
— Oye, ¿y por qué no hacemos un grupo cómo los demás?- preguntó Jake pensante.
— ¿De qué de WhatsApp?- preguntó Meghan sarcástica.
— No hombre... De amigos.- dijo.
—Y... ¿Acaso no lo somos ya?- dije sonriente.
Todos me miraron pensativos.

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Squadron Alone
Mystery / ThrillerDespués de la misteriosa desaparición de Thalia, sus amigos intentan rehacer sus vidas, pero un inquietante hallazgo les advirtió que no volverían a poder hacerlo. Tendrán que volver a confiar los unos en los otros, volver a ser los de antes, para h...