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Jungkook se encontraba tomando una ducha relajante y feliz,  tal como la noche anterior en el que se sumergió en aquel sueño feliz y relajante con su último pensamiento dirigido en Hanna....

Hanna se encontraba en su pieza,  muy aburrida, el Sr Kim había llamado media hora atrás para preguntarle cómo se encontraba ella,  Hanna luego de la llamada, muy corta de parte de su padre porque tenía que entrar a una reunión, se comenzó a sentir aburrida así que decidió optar por ir a buscar a jungkook y hacer algo juntos,  pero quien iva a saber que aquella pelinegra se iva a encontrar con una vista,  que para Hanna fue una muy incómoda pero a la vez perfecta...

Se encontraba un jungkook de espaldas con la toalla envuelta en sus caderas dejando al desnudo su torso y sus brazos,  tenía el pelo pegado a la frente por que todavía no estaba seco,  no tenía los lentes cuadrados y antiguos que siempre ocupada,  sus orbes color chocolate re marcaban aún más por la luz que entraba a través del ventanal de vidrio que conectaba directamente con su terraza del lado derecho de la mansión...

Jungkook cantaba muy concentrado sin percatarse de que una pelinegra estaba por abrir la puerta de su habitación, hasta que su hermoso canto se rompió por la voz de aquella chica que segundos antes acababa de entrar

-¿koo..? - Hanna quedó petrificada al ver aquella espalda al descubierto,  aquella muy bien formada espalda aquellos brazos tan fuertes,  aquel torso tan marcado,  aquella tez tan blanquecina que poseía jungkook,  Hanna no pudo emitir ni una palabra estaba toda envelesada con aquella vista que jungkook le había a
Dado sin darse cuenta a observar

Hanna no creia que el era jungkook,  lo veía muy diferente ya no llevaba esas gafas cuadradas que usaba todos los días,  tiene un muy buen cuerpo para observar e incluso deseaba querer tocar sus brazos,  su torso,  su espalda... No quiera dejar de mirarlo,  esta versión de jungkook le encanta, sus ojos se veían más hermoso,  tenía la piel tan blanca que a simple vista se podria hasta decir que su piel estaba hecha de porcelana,  o ese cuerpo que pareciera hecho por los mismo dioses

Su rostro no poseía ninguna imperfección.. Su rostro se veía aún más hermoso... Hanna no entendía por que jungkook tiene que usar anteojos, ¿tendra algún problema en sus ojos?,  ¿ miopía ?,  se preguntaba la pelinegra cada día que lo veia..

Claro está que para Hanna esa vista que se dio a contemplar de abajo hacia arriba, era la más hermosa que había visto dentro de su corta memoria...

También por otra parte sabía que desde antes le gustaba su sonrisa de jungkook, pues cuando sonreia se podía ver una hilera blanca de dientes y dos dientes delanteros dándole un aspecto a un conejo,  era su sonrisa favorita...

Hanna agradeció a si misma por llegar en el momento exacto en donde podía apreciar sus hermosos orbes chocolates sin ese pedazo de vidrio sobre sus ojos,  los cuales antes no se había detenido a observar detenidamente cómo en ese momento...

Hanna se encontraba admirando a un sonrojado jungkook por como se encontraba en esos instantes, a vista de jungkook pareciera como si hanna quisiera guardar en su cabeza cada detalle del cuerpo de jungkook...

Jungkook se sentía desnudo frente a Hanna,  realmente lo estaría si no fuera por la toalla que cubría para de su espalda baja,  su hombría y un poco mas abajo de la rodillas...

Tenía que hacer algo, no podía estar así,  sentía que el nerviosismo lo calcomia cada vez mas...

Por otra parte la pelinegra no quería dejar de admirar aquella perfecta vista que jungkook le entregaba a su merced....

Se vio obligada a hacerlo cuando el pelicastaño interrumpió el pequeño momento con su voz 'para nada nerviosa',  tenía que admitir eso también,  le encanta ver a jungkook sonrojado a causa de las cosas que ella misma hacia...

~ Me Enamore Del Nerd ~              [Jungkook & Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora