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El sonido de las olas era lo único que se podía apreciar en ese silencio donde un JungKook sorprendido conectaba miradas con su abuelo. No sabía cómo reaccionar a semejante comentario, simplemente, no se lo esperaba. El mayor al no ver ninguna reacción por parte de su menor tomó lentamente la bolsa, entrecerró los ojos maldiciendo en voz baja al olvidar sus gafas, pues sus ojos ya no funcionaban como antes y la oscuridad de la noche no ayudaba mucho. Ante esto, el castaño se arrodilló frente a él y quitando gentilmente la bolsa de sus manos comenzó a sacar las cosas de ésta, primero el bowl, desenvolviéndolo del plástico y entregándoselo con ambas manos, en señal de respeto.

El anciano soltó una risa, provocada por lo tierno que se veía el joven al no saber cómo actuar frente a él, pero, ¿quién puede culparlo? Nunca se han dirigido la palabra, solamente había visto al niño desde lejos. — Vamos no estés nervioso, después de todo somos familia, ¿no? —tomó el tazón y le dedicó una sonrisa cansina.

JungKook asintió avergonzado y continuó sacando los palillos y el contenedor. Minutos después se encontraba expectante del primer bocado de su abuelo, sonriendo satisfecho al verlo soltar alaridos de gozo. De repente la curiosidad saltó de sus ojos. Observando como el anciano comenzaba a balbucear, no sabiendo si hablaba con él o con el mar, ya que turnaba su mirada de su comida, al horizonte y después recaía en el castaño.

Buscaba una forma de iniciar una conversación en la que pudiera conseguir respuesta a las miles de incógnitas en su vida, el mayor seguía balbuceando cosas sin sentido. Aunque le alegraba que estuviera hablando en parte con él, pensaba que se estaba ganando la confianza del mayor, pero muy en el fondo se estaba desesperando y explotó.

— ¿Por qué mi mamá está enojada contigo? —soltó finalmente, arrepintiéndose al escuchar el abrupto silencio que se formó entre ellos, el peliblanco bajó los palillos con un suspiro saliendo de sus regordetes y resecos labios. El menor se cubrió la boca sorprendido de su propia acción— Y-yo, no quise decirlo así, perdón.

Negando con la cabeza el viejo acomodó sus piernas lentamente, la luna iluminó su rostro dejando ver la melancolía y la nostalgia en sus arrugados ojos. No podía permitir que el niño se quedara en la ignorancia.

— Está bien, JungKook, tenías que saberlo algún día —rió suavemente para aligerar el ambiente, dejando más confuso al castaño— ¿Sabes? Las mujeres son muy rencorosas por naturaleza, y tu madre, cielos, le dices "vieja bruja" una vez y ya no te quiere volver a ver.

— ¿Qué? ¿Le dijiste así a mi madre? —no entendía las palabras del hombre, simplemente no tenían sentido, ¿por qué le diría de esa forma a su progenitora? El asentimiento del mayor le contestó, pero sólo lo dejó con más dudas— ¿Por qué?

Conectaron su mirada, los ojos mieles del anciano con los café oscuros del joven, tratando de descifrarse mutuamente, tratando de desmenuzar sus sentimientos. El mayor juraba ver la duda y la confusión en esos brillantes orbes oscuros, en cambio JungKook veía cansancio, tristeza, pero algo que le fascinaba es que, mezclado con todas esas emociones depresivas, había esperanza; una que le llegaba a erizar la piel con sólo tener que mirarlo directamente. También veía determinación. Como cuando se decía a sí mismo en el espejo todas las mañanas que debía dejar de huir de Taehyung.

Pasaron largos minutos observándose, sintiendo la suave brisa acariciar su piel expuesta, siendo la luna la única testigo de la escena. De un momento a otro el hombre ya estaba de frente al menor, aún sentado en la arena e importándole poco si tenía medio kilo de ésta dentro de su pantalón.

— Sabrás muy bien, cómo me conocen los demás —comenzó a relatar— piensan que estoy loco, que mi juicio se perdió hace décadas, que sólo soy un alma deambulando por ahí —volteó la cabeza para encarar a la oscuridad de la noche decorada por los cientos de astros— hubo un tiempo en que tu madre venía a hacerme compañía todos los días, ella siempre fue muy testaruda, por más que le decía que se fuera a disfrutar con sus amigos se negaba. Decía no querer dejarme solo.

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⏰ Última actualización: Mar 08, 2019 ⏰

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