Cuan escribió esta carta, el controvertido escritor ya contaba 82 años de edad. La destinataria es una joven actriz de 30, quien fuera su ultimo amor.
(1973)
¡Querida Brenda!
Aveces mientras te leo, me pongo a temblar y me pregunto: ¿es posible que hable de mí? ¿Quién soy yo? ¿Quién es ese Henry Miller?
[...] No es posible que una persona pueda despertar tanto amor, tanta adulación. Brenda, me dejas mudo, ante tan amorosa elocuencia, mi lengua atada.
Me preguntas si veo todo eso en tus ojos. Naturalmente que sí, amada mía [...] Vibras por todos tus poros, incluso cuando no dices nada. Sabes, muchas noches me despierto, enciendo la luz y miro tu foto, tu imagen de la estantería. Siempre irradia no sólo belleza sino pureza, integridad, confianza.
Pienso en ti como una flor del profundo sur, con toda su esplendorosa fragancia y aparente fragilidad. En realidad eres tan fuerte como un tigre, y peligrosa si estás enfadada [...] Mi visión se debilita. He estado escribiendo sin gafas. Pero con tal de saber de ti soy capaz de cualquier cosa.
Sí, mi querida, mi queridísima Brenda, sólo gracias a ti continuo vivo. Lo sé mejor que nadie.
Te amo, te amo, te amo, lo eres todo para mí.
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Cartas de amor y desamor
Ficción históricaPocos documentos tan conmovedores e íntimos como las cartas que se cruzan los que se aman, y los que alguna vez se amaron. En ellas se condensan los abismos de la pasión y el dolor, la ilusión y el desencanto, la esperanza y la desolación. En esta b...
