Cálido

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Una mano delgada y rasposa, producto del trabajo duro, se encontraba acariciando la mejilla de Eren, sacándolo del profundo sueño en el que se encontraba sumido. Cuando sus ojos se abrieron completamente pudo apreciar, gracias a la tenue luz que se escabullía por la puerta abierta de su habitación, como el rostro de su adoración se dibujaba entre las penumbras.

─Mocoso de mierda─ y era esa la voz que más deseaba escuchar─. Tienes que levantarte.

De nuevo, sin poder frenarse, las lágrimas surcaron su rostro, cayendo a los costados. No podía creer que él se encontrara allí, con él, de nuevo. La calidez de su mano era real, o así lo percibía Eren, que totalmente embobado, alza los brazos para alcanzarlo, encontrándose con el cuerpo ajeno.

─Levántate─ sus ojos grises brillando con intensidad, dibujando destellos preciosos en la memoria de Eren─. No lo diré de nuevo.

─Capitán...─ ante esas palabras Levi no puede más que sonreír cortamente, casi como si pecara al sonreír por algo que quería escuchar.

─Tienes que salir de aquí─ susurra, dejando que Eren se sorprendiera por que no sonara como una orden.

Levi siempre le ordenaba hacer las cosas.

─No quiero irme─ la impotencia detonando en cada silaba─. No irás conmigo... Y no te volveré a ver.

Regresando a la expresión usual, Levi no puede más que separarse de la cama, obligando a Eren a sentarse en la misma, dejando que el dolor de cabeza lo sacudiera y mostrandole que no es lo suficientemente rápido como para tomarlo en brazos.

Su figura, antes dibujada entre las luces y sombras de la habitación, desaparece cuando alguien enciende las luces del cuarto, mostrando los preocupados rostros de Mikasa, Armin y Hanji.

ᴛᴡᴏ ᴏғ ᴜs •ᴇʀᴇʀɪ/ʀɪʀᴇɴ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora