Ensoñación

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Sin motivación, Eren vuelve a abrir los ojos, notando que se encontraba aún sentado el algún lugar de la sala de estar. Los brazos, la espalda y el cuello le dolían, pero peor era encontrarse de nuevo con sus pensamientos sobre Levi.

Levi Ackerman, ese que fue llamado el más fuerte de toda la humanidad, ese que se había encargado de volverlo loco.

¿Cuanto tiempo había pasado desde su partida? ¿Un mes? ¿Dos? ¿Diez? Los días pasaban para Eren como eternas condenas. Cada día se fragmentaba entre los recuerdos que su depresión y la mente atormentada le traína.

A veces, podía verse rodeado de soldados que le apuntaban con sus armas y a Levi parado frente a él, defendiéndolo tranquilamente. Otras veces se encontraba en medio de una cita con la escoba favorita de Levi, intentando dejar impecable el pequeño trozo de mundo que les pertenecía. La mayoría de veces era el recuerdo de su rostro sereno, decorado con la hermosa sonrisa que pocas veces mostraba Levi.

Levi, Levi, Levi, Levi, sus pensamientos rodeaban el nombre, dándole forma al amor de su vida.

De nuevo las ensoñaciones donde él llegaba hasta su lado y le susurraba palabras intangibles, irreconocibles porque eran opacadas por el torrente de emociones que desataba el solo encontrarse de nuevo con su fuerte presencia.

─Escúchame, mocoso─ rodando los ojos, el mayor insiste─. Levántate y sal de aquí.

─Levántate y sal de aquí─ repite Eren, por fin comprendiendo─ ¿Por qué debo salir de nuestra casa?

Levi suspira.

─Por que necesito que vivas por los dos.

ᴛᴡᴏ ᴏғ ᴜs •ᴇʀᴇʀɪ/ʀɪʀᴇɴ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora