¿El final de la Comunidad?

¿EL FINAL DE LA COMUNIDAD ORGANIZADA?

¿Hay comunidad organizada en la Argentina o no la hay? ¿La hubo? ¿Hay voluntad política y social para que se establezcan las raíces y bases de una comunidad en los tiempos actuales, o no hay voluntad?

¿Cuál es el parámetro para establecer que existe una comunidad organizada?

El parámetro, primero, es que exista una comunidad, donde cada individuo pueda desarrollar positivamente sus virtudes, y que estas, contribuyan al desarrollo colectivo de la Nación, haciéndola como consecuencia de lo anterior, más justa, más soberana y más independiente.

O al menos, un indicio de que una determinada población, tenga interés en lograr tal Comunidad.

¿Cómo se incentiva para que los individuos desarrollen sus virtudes? Una respuesta puede ser, apoyándolos desde su llegada al mundo, económicamente, socialmente, culturalmente, políticamente. Incentivándolos. Integrándolos a un proyecto de Nación, de Comunidad.

Que cada sujeto pueda trabajar de manera digna, y contribuir al sustento de la mesa familiar es una manera de desarrollar cada individuo.

Que pueda acceder a la cultura, desde los más diversos ámbitos: desde el acceso a un libro, a una obra de teatro; el acceso a la educación, para su formación y desarrollo intelectual y moral permanente.

Que pueda acceder a la vida política. A participar de un partido político, a organizarlo, a elegir, a ser elegido en total libertad, y sin persecución física ni ideológica, ni psicológica.

Que el Estado, intervenga, a modo de organizador y facilitador de esta vida virtuosa es un medio importante para comenzar a construir esta comunidad. De la mano del mercado, de los intereses privados (que siempre han tendido hacia la exclusión de aquellos que no pudieron acceder al sistema económico de trabajo y de consumo) es difícil construir una Comunidad, o un modelo argentino para el proyecto nacional. Nada nace "del individualismo egoísta" del lazzer faire "Laissez faire".

Tampoco se puede constituir desde la otra óptica extrema del totalitarismo, sobre una suma de ceros individuales. Esa experiencia jamás produjo sino parar y retrasar la evolución social.

Se necesita de un modelo equilibrado, intermedio entre los extremos del individualismo y el colectivismo extremos. Un "justo medio" que equilibre a ambos.

La república argentina, no logra definir, a lo largo y ancho de la historia, si se establece como comunidad o no se establece como tal. Es una pugna, una lucha infinita entre los modelos de cristalizados y establecidos por Domingo Faustino Sarmiento y Juan Domingo Perón, que se debaten, se contradicen, se chocan desde hace más de dos siglos.

Son los "opuestos". No se ha llegado todavía a un acuerdo sobre cuáles son las bases para este país, que aún no se define, que no sintetiza.

Extendidamente hemos explicado a lo largo del trabajo, acerca de la Comunidad establecida entre 1943 y 1955. También hemos agotado ideas, acerca del empecinamiento a través de los portavoces del Imperio, por desarraigar tal comunidad, entre los años 1955 y 2001, como un plan sistemático, por desarticularla de manera definitiva e integrarla al mundo capitalista, como una mera zona más del extenso mercado.

Pero poco hemos dicho al respecto sobre la Comunidad Organizada establecida entre 2003 y 2015, en hechos recientes en nuestra historia.

Entre 2003 y 2015, Néstor Kirchner, y Cristina Fernández, intentaron cosechar y volver a sembrar las semillas de la vieja comunidad organizada, establecida en 1943, aun, sobreviviente, sostenida por la memoria y la fuerza de la voluntad popular.