Cap 10

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Estaban todos acomodados en el living, conversando sobre la nueva pareja de tórtolos.

- Entonces Diego. Te vas a quedar a dormir en el cuarto de mi hermana?- preguntó inocente Henry.

Greta, Regina y Diego se atragantaron con el chocolate caliente que estaban tomando.

- Henry, no llevamos ni un día de novios. Además, las cosas no funcionan así- respondió Diego, Greta lo miraba de forma embobada, le encantaba que el fuera así de comprensivo y caballeroso.

Greta y Regina asintieron a lo que dijo  Diego.

- Mi princesa enojona. Ya me tengo, que ir. Mañana tengo trabajo- dijo Diego a lo que Greta hizo un puchero, pero después volvió a su posición normal.

- Te acompaño- se levantaron cogidos de la mano y Greta lo acompañó hasta el porche.

Se despidieron con un pequeño beso.

- Te amo- se dijeron ambos al unísono y rieron después.

Greta entró al living y se dió ucenta de que su hermanito estaba dormido.

- Ma, yo acuesto al enano. Tú ve a descansar- dijo cargando a Henry- Dios, qué come?- refiriéndose a lo pesado que estaba.

Subió hasta la habitación y lo arropó.

- Descansa Henry. No sabes cómo me duele, no poder decirte la verdad, que tienes razón en todo con respecto al libro- dijo dándole un beso en la mejilla.

Suerte que Henry estaba completamente dormido y no escuchó lo que le dijo su hermana.

Greta bajó hasta el living y se sentó al lado de su mamá.

- Hay algo que nunca me has dicho mamá- dijo Greta.

- Qué?

- Quién te enseño magia?- preguntó la castaña.

- Rumplestiltskin- respondió su madre.

- Y con algún propósito en especial?- inquirió su hija, que tenía una teoría que ojalá no sea verdad.

- El se beneficiaba con el hecho de que yo lanzara la maldición para así el encontrar a su hijo. Pero ya después me había decidido a no lanzar la maldición porque estaba feliz contigo y con tu abuelo- respondió la morena.

Greta se quedó unos segundos pensando: Mañana tiene que hacer una visita.

- Mamá, me voy a dormir. Te amo mucho mucho mucho. Nunca voy a dejar que nada te pase, el que te haga algo va a tener que pasar por encima de mi- dijo con un poco de rabia.

- Tranquilízate mi bebé. Qué no me va a pasar nada- dijo Regina abrazando a su hija "al menos que sea inevitable", pensó.

- Nada es inevitable- dijo Greta leyendo el pensamiento de su madre.

- Cómo...?

- Mi magia se está manifestando, y eso me preocupa- respondió Greta.

- Por qué lo dices? Por qué te preocupa?- preguntó su madre.

- Porque si se me descontrola y Henry lo ve, no sé que pueda pasar- dijo, y se ocurrió hacer algo- Voy a intentar algo.

Regina asintió. Greta se paró de su asiento e intento levitar el jarrón con flores que se encontraba en una mesita, con cuidado de que no se rompiera. Y así lo hizo, logró elevarlo y atraerlo hacia ella.

- Esto no puede ser posible- dijo atónita Regina- Se supone que es una pequeña manifestación de magia, no completamente.

- Cuando tenga tiempo investigo que es lo que está pasando- dijo Greta- Pero me favorece de todas formas.

Quiero ser como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora