Capítulo 12: Triste prueba

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Carrie caminaba con el cuchillo de cocina en la mano, mirando parte de su reflejo en él. Se le hizo absurdo que Reiji le pusiera una "prueba de amor" tan estúpida a la pobre Harusame. Obviamente no iba a querer apuñalarlo, era obvio que lo amaba pero no para cometer una brutalidad de esa. Sólo un psicópata lo haría y Harusame a pesar de ser una criatura mitológica seductora y peligrosa, en realidas era muy inocente y tierna. Como sea, ahora no podía desobededer a su cuñado. La chica telequinética pensó cuidadosamente las palabras para darle a la sirena el "reto". Pensaba en decircelo ella sola, debido a que Drianna debía pensar en su hijo Hikaru, ser esposa, madre y princesa de los lobos. Simplemente imponerle una carga más sería algo despiadado. Le explicaría todo, pero después de imponerle el reto a Harusame.

De la nada, los pensamientos de Carrie fueron interrumpido cuando frente a ella apareció su novio, Raito. Como siempre, con una sonrisa de lujuria y parado en posición típica de un modelo a punto de ser fotografiado, que en este caso, estaba recargado en la pared con las piernas cruzadas, una mano en el bolsillo de su chaqueta y la otra sosteniendo el sombrero. -¿Acaso tu mami nunca te dijo que jugar con cuchillos es peligroso? Eres toda una rebelde, Bitch-chan.- dijo él en broma, notandose su pervertido sonrojo en sus mejillas. Sin embargo, Carrie no se lo tomó nada gracioso, no por el hecho de que haya mencionado a su madre, silo que estaba demasiado preocupada. En ese momento no era la Carrie parecida a su novio, era la Carrie que sentía amgustiada con la cabeza baja casi todo el tiempo. En pocas palabras: la actitud de cuando era humana.

-Raito, no estoy para tus bromas en este momento... Estoy preocupada... Reiji me pidió que hiciera algo que me deja totalmente intranquila respecto a Harusame.- respondió ella. Raito tuvo interés, por lo que se movió de su lugar hasta quedar frente a frente con Carrie. -¿Araaaa?~ ¿Con aquella suculenta sirena? Eh notado unos pocos cambios en Reiji-kun desde que la trajo aqui.-

Con cada detalle, Carrie comenzó a contarle a Raito sobre la situación entre Reiji y Harusame y la prueba de amor que él pidió. Raito quedó un poco sorprendido al escuchar lo que su medio hermano le pidió a su novia. Eso le molestó pero sabía que no había nada que hacer. Sin embargo, su expresión regresó a la habitual y empezó a reirse un poco divertido.

-¡Ya veo! Ya es como si estuviera escuchando a Subaru-kun, si que es un sádico.-

-No sé porqué te da tanta gracia, en este momento... No sé... Siento que algo no va a salir bien. Presiento que habrá consecuencias muy fuertes.- reclamó Carrie mirando el cuchillo. -Raito, acompañame, no creo poder hacer esto yo sola y en este momento te necesito.-

-¿Mmmm? Esta bien, lo que mi querida Carrie ordene.- dijo Raito abrazandola de la cintura y mirandola a los ojos con su típica mirada. Acto seguido, ambos se dirigieron hacia la piscina, donde se veía a Harusame dormida en el fondo del agua. Carrie dio pasos al frente y se puso en cunclillas frente a la orilla de la piscina para llamar a Harusame mientras que Raito estaba cruzado de brazos detrás de ella, listo para disfrutar del "espectáculo". La rubia se sentía muy mal por ello. Sentía como si fuera Chris preparando una broma cruel, por ejemplo la cubeta de sangre de cerdo que le cambió su vida para siempre. Esto era similar porque cambiaría la vida de Reiji y Harusame, pero la diferencia era que eso no era una broma, sino algo muy serio.

-Harusame... Harusame despierta, ven por favor.- dijo Carrie.

Harusame levantó la cabeza y nadó hasta la superficie, quedando cara a cara con su amiga. -¿Carrie? ¿Qué pasa?.. ¿Y Reiji?...- preguntó la sirenita estando triste y nerviosa. Ya se estaba desesperando, moría por ver a su amado Reiji, lo extrañaba bastante. La rubia se entristeció y dio un gran respiro, acto seguido, le explicó lo que su cuñado le ordenó.

-Harusame... De él quiero hablarte... Sé que lo amas, se nota a todas luces. Reiji también te ama pero desconfía de tus sentimientos y se decidió a hacerte una prueba de amor... Así que escuchame con atención. Mañana en la noche, Reiji estará en su cuarto. Si de verdad lo amas, saldrás de este lugar, buscarás su habitación y cuando lo hayas encontrado, lo atravezarás con este cuchillo. Pero sino lo amas, dejarás el cuchillo en su habitación y te deberás ir para siempre.- explicó Carrie, dandole a la sirena el cuchillo con algo de temor. Harusame quedó impactada en cuanto escuchó esa prueba que Reiji le había puesto. Lo que él pedía, se le hizo un horrible descaro por parte del vampiro que después de no aparecerse en el lugar, de la nada diga tal cosa. Harusame empezó a llorar en silencio y tomó el cuchillo con una mano, la cual temblaba mucho. Carrie se sintió aún más culpable al ver a su amiga triste y era probable que se iría porque no le pasaba por la cabeza que Harusame supiera de la inmortalidad vampirezca y obviamente no querría apuñalarlo con ese cuchillo. Tenía la tentación de decirle a la sirena que no le pasaría nada grave a Reiji al ser apuñalado, pero de algún modo, sabía que Reiji se enteraría y lo arruinaría todo, tanto para él como para Harusame. Las últimas palabras que dijo Carrie, fueron "buena suerte", acto seguido, se levantó, abrazó a Raito y se retiró, ocultando su triste rostro.

La sirena se hundió en el agua, mirando el enorme cuchillo en sus manos con cierts tristeza. Obviamente no sabía que los vampiros no son tan vulnerables, lo cual significaba para Harusame que la forma de demostrar que amaba a Reiji, era matandolo. La criatura pelirroja tenía muchos pensamientos y sentimientos encontrados y por más que pensaba, no podía decidirse en que hacer.

Song of Feelings (Diabolik Fanfics de Romance) Vol. 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora