Capítulo 4: Experimento "Harusame"

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La sirena salvaje ahora estaba en cautiverio, solo cantaba de forma triste, sonando como un alma en pena, bastante aterrador. Era lunes y las clases de los chicos y las dos chicas empezarían en la noche como siempre ha sido. Reiji aprovechó el horario matutino para comenzar con su deseado experimento. Llegó a donde se encontraba la piscina, donde los melodiosos tormentos de la hermosa criatura retumbaban entre las paredes, haciendo unos eternos ecos. El vampiro iba a dejar que el lobo Gin descansara, debido a que era como tenerlo de esclavo y era obvio que eso le traería problemas con la esposa de Kanato. Sin embargo, le pidió un último favor antes de que se tomara su descanso: que le ayudara a llevar sus cosas para que no tuviera que ir y venir desde el cuarto de la piscina a la biblioteca a cada rato. El canino llevaba la misma bolsa de tela que usó la otra vez en en el hocico. Llevaba jeringas, bisturís, un microescopio y muchos de los artículos necesarios para un equipo de laboratorio. El vampiro llevaba un maletín en su mano. Esta llevaba libros, una libreta y una grabadora de voz pequeña. Quería hacer grabaciones de la voz de la criatura para analizarla, aunque también iba a hacer un diario auditivo sólo por si necesitaba registrar su trabajo.

Reiji sintió un indescriptible escalofrío al escuchar los lamentos, fue como si un fantasma lo acabara de atravezar. Rápidamente bajó un momento el maletín, de sus bolsillos sacó los tapones para los oídos y se los colocó, pues sabía que ese escalofrío era el comienzo de que pudiera caer en el encanto de la sirena. El chico, junto a su fiel compañero, entraron a la habitación y encontraron a la chica, aún con la aleta, sentada en la orilla del agua, aún cantando esa triste melodía. El vampiro dejó sus cosas en una mesa de tamaño mediano que estaba cercana, tomó el látigo y golpeó sin piedad alguna a la criatura, lo que causó que ella saltara al agua, gritando de dolor.

Una vez que Gin dejó todo en la mesa, Reiji le permitió irse y el lobo se fue sin hacer más. El joven vampiro se acercó a la piscina sin temor alguno y miró la silueta dentro del agua. -Te ordeno que salgas si no quieres que te castigue.- tras oír esas palabras, la sirena sacó la cabeza lentamente y se acercó al chico con temor.

-Muy bien, muy obediente. Quiero que te quedes ahí-

El vampiro fue donde se encontaba la mesa y sacó todo su equipo de laboratorio, de sonido y sus libros, acto seguido, los acomodó perfectamente. Lo primero que tomó fue la grabadora de voz, volteó a ver a la sirena, la encendió y comenzó a hablar por medio del micrófono.

-Experimento "Harusame". Primer día, primeras pruebas de investigación. Hoy comienza todo respecto a la misteriosa sirena encontrada en un lago. El objeto "Harusame", nombre que escogí al azar para ella, se encuentra en estado normal. Su descripción respecto a sus conocimientos: obviamente no tiene ningún tipo de educación, no sabe hablar siquiera, sólo cantar. Mi primer descubrimiento al traerla fue que puede tener piernas y forma humana si pasa cierto período de tiempo fuera del agua y ninguna extremidad toca el líquido. Pero el problema es que tampoco sabe caminar. Aparentemente, Harusame es una sirena de agua dulce. Un dato curioso: a pesar de que no sabe hablar, parece entenderme perfectamente. Primer análisis: estado de salud y sangre.-

Mientras Reiji daba su primer reporte auditivo, la sirena lo escuchaba con temor, no sabía que era lo que el chico iba a hacer con ella. En cuanto él acabó, tomó una jeringa, algodón y alcohol, luego de mandarle a la criatura que se sentara en la orilla de la piscina. -Escúchame bien, a partir de hoy, tu nombre es Harusame y no me importa si te gusta o no. Si me obedeces, te garantizo comodidad aquí. Ahora, dame tu brazo.- dijo el vampiro, poniendose de cunclillas al lado de ella. La sirena, ahora llamada Harusame, no tuvo más opción que darle el gusto y obedecerle, levantando un poco el brazo, el cual Reiji tomó y se lo inyectó, sácandole sangre. Harusame gimió de un poco de dolor, pero se le pasó rápido en cuanto sacaron la aguja. Reiji empezó a mojar un pedazo de algodón con alcohol pero antes de que pudiera colocarlo en el brazo de Harusame, notó que la pequeña herida se curó, literalmente, en un abrir y cerrar de ojos. Aquello fue impresionante para Reiji. Encontró otro dato importante sin buscarlo. Se levantó y puso una gota de sangre en el microscopio ya preparado, comenzando a analizar el trozo de líquido rojo y hacer anotaciones en su libreta, mientras que la sirenita únicamente estaba sentada con la aleta dentro del agua, mirándolo sin entender que era lo que hacía. Una vez que Reiji terminó su análisis, tomó la grabadora de voz otra vez y comenzó por hablar de nuevo una vez que el aparato estaba encendido.

-Análisis sanguineo y de salud: hecho. Harusame se encuentra en un estado de salud perfecto. No padece de ninguna enfermedad o algún desperfecto, lo único que la hace daño verdaderamente es estar fuera del agua después de cierto tiempo, cosa  que descubriré más tarde. Descubrí que sus células y tejidos trabajan de forma distinta a la común, cualquier herida que ella tenga, de inmediato se cierra sin dejar ninguna cicatriz siquiera. Edad calculada por apariencia: 16 años. Pero tengo la leve sospecha de que tiene aún más, debido a que comprobé que es inmortal, quien sabe.- tras terminar su reporte de nuevo, volteó a ver a Harusame. -Por ahora me retiro, ya sabes las reglas, así que estas advertida.- después de hablar. Reiji se fue, ejando a la sirena sola de nuevo.

-Harusame... alguien muy interesante en verdad.-

Song of Feelings (Diabolik Fanfics de Romance) Vol. 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora