Capítulo XI

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Llegó el día.

Estaba en un avión que me llevaría de regreso a Seúl...

Han pasado 18 horas de vuelo incluyendo las escalas, me alegra estar en un avión, mi destino me pone nerviosa pero las probabilidades de que nos encontremos son remotas.

Llegué al aeropuerto de Icheon, al fin estaba en Corea, después de registrar mi entrada al país me devolvieron mi pasaporte, había mucho frío así que decidí ponerme mi sudadera.

Rodé mi maleta hasta la estación ¡por Dios que frío hacia! Me cubrí el rostro, sentía que se me congelaba. Después de al menos 40 minutos, llegué a Seúl.

Dulce, cara y dolorosa Seúl, estoy aquí. Al admirar la ciudad ahí estaba él, en un anuncio espectacular con los chicos. Por un momento olvidé que esta es tierra de ellos. Solo bajé la mirada y tomé otro subway que acercaría a mi alojamiento.

Llegué a mi hospedaje, me instalé y en el paraíso de la comida a domicilio me la pasé encerrada comiendo en mi habitación al menos tres días.

Al cuarto día era momento de recapacitar el gasto de mis padres en este viaje y sus expectativas, al menos debía intentarlo. No quedarme encerrada.

Me arreglé a la altura de Seúl, lo más posible a la moda y bonita, necesitaba creérmela y sentirme mejor. Lo primero que quise fue almorzar mi restaurante favorito, uno que descubrí cuando había estado estudiando aquí.

Lo disfruté mucho, tomé algunas fotos y después visité Hongdae de compras. Aproveché para comprar un poco de ropa y maquillaje, hace mucho no usaba un cushion.

A mi salida vi un show de fans haciendo un performance de BTOB con la canción I'll be your man. Estuvo genial.

¿Saben? Me estaba distrayendo, sonreí mucho. Me sentía feliz, el aire que respiraba era diferente, el clima, había comido delicioso, el ambiente, las personas, me sentía divina en verdad olvidé todo. Por un momento me sentí libre, de nuevo yo.

En mi itinerario me faltaba un lugar más y listo, iría de regreso al hospedaje antes de que la temperatura descendiera más y muriera congelada.

Visitar la torre Namsan.

Llegué y ¡wooo! ahí estaba la torre, tan majestuosa en las noches como siempre. ¡¿QUÉ?! ¿Es en serio? ¡Está comenzando a nevar! Mi noche cerraba con broche de oro.

Era una niña embobada viendo algo único que me hacia traer paz, la noche no podía ser mejor — Te encontré. (Me abraza por la espalda)

Me paralicé. Y una lágrima recorrió mi mejilla.

Era él otra vez, Jin...

LOVERS (JIN Y TN)Where stories live. Discover now