Destino Y Suerte

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¿Saben lo horrible que es tener una lapida sobre nuestra tumba?
Esa cosa que marca tu muerte, y con lo único que pueden llegar a verte en medio de un cementerio. Si, es algo muy feo, tener que pasar el resto de tu inexistencia del plano de los vivos bajo tierra y posiblemente quemando tu alma en el infierno, aunque claro, todos creemos lo que queremos…infierno, paraíso, resurrección…todo es posible en el pequeño mundo donde me encuentro.
¿Quién soy?... bueno, me llamo Lucky One, pero tú puedes llamarme Lucky, y si, puede que no sea muy bueno presentarme de inicios con un tema tan profundo, pero, quizás te interese saber un poco sobre lo que te quiero contar, tomara un rato eso sí, así que si quieres saber de qué se trata no dudes en quedarte, ya si te quieres ir pues…no puedo hacer mucho más…

¿Sigues aquí? De acuerdo, empecemos por como me encuentro ahora.
Estoy solo, con pocos amigos, fuera de lo que llaman hogar, en una época que me cuesta comprender ya que es un poco adelantada para mi. ¿Cómo termine aquí? Pues no es difícil de comprender, pero para ello creo que empezaré mi historia de una vez

Eran tiempos difíciles en eso que consideran la…edad media, sip, esa era mi época.
Tiempos de conquista, caballeros por todos lados, enfermedades muy curiosas, época del cristianismo y el progreso educativo, pero, yo estaba un poco apartado de esos temas…bueno, hasta que me metieron a la fuerza.
Yo era parte de un pueblo pequeño, cercano a dos grandes reinos que la verdad no se llevaban nada bien.
Reino de Anger, fuertes, valientes, persistentes, eran las palabras que los definían.
Reino de Sings, Firmes, tácticos, sabios, eran las palabras que los definían a ellos.

Disputaban una guerra por tomar el reino del otro, y en definitiva que no iban a ceder fácilmente, ambos reinos tenían guerreros impresionantes, que salían a librar las batallas en brillantes armaduras, alzando sus armas y curiosas habilidades…como puedes notar, no eran gente cualquiera, ya que muchos en ambos reinos como en otros irrelevantes sitios poseían habilidades sobre humanas, o bueno ¿Cómo te gustaría interpretarlo? ¿Magia? ¿Fuerza del alma? Cómo sea…nada de eso me importaba a mí.
Mi aspecto era un poco curioso, ya que de echo, no era muy humano que digamos…mi raza se llamaba los One, unos curiosos sujetos con orejas como de gato, pelaje muy fino y rozado, ojos vacíos y completamente negros, pero sin cola ni garras, ya que no éramos gatos, solo nos parecíamos un poco a los gatos, ya que como cualquier personas, nuestros cuerpos eran prácticamente humanoides. Eso si, teníamos ciertas reacciones gatunas, y poco más.

¿Cuál era el problema? Que casi toda mi raza estaba extinta. Cómo dije, las enfermedades pegaban duro en esa época, pero, no todo andaba mal, ya que ¡yo conocía a una muy linda chica de mi raza con la que podía llegar a mantener a los One en alto! Yo no era muy alto, de echo, aún hoy en día solo mido 1,55, y esa chica media como 1,70, pero era ¡Muy hermosa! Cabello castaño y largo, ondulado, lindas orejas, buena figura, y muy cariñosa…ay…era mi chica ideal…y de echo nuestra relación ya había avanzado lo suyo, ya llevábamos un buen tiempo juntos, abrazos, besos, era nuestro día a día y vaya que era feliz con eso.

–Oye Lucky…¿Quieres que demos un paseo?
–C-Claro, a donde tú quieras, yo te sigo.

Los momentos juntos eran perfectos…

–Mira Lucky ¡Un arcoíris!
–Vaya…es muy lindo jeje.

A veces me dejaba sin palabras…

–Mira Lucky, hay luna llena
–Te ves…tan linda bajo la luz de la luna.

El tiempo se iba volando con ella, pero aún así, lo disfrutaba…

–Nos vemos mañana Lucky, descansa ¿Si?
–Por supuesto, hasta mañana, Desty

¿Qué? ¿Te parece muy cursi? Esa chica movía mi mundo entero cada día, no me importaba nada más que ella, y…en definitiva, ella sentía lo mismo, por eso cada día nos mirábamos a la misma hora de siempre en la mañana, siempre nos preguntábamos si habíamos dormido bien, y siempre decíamos que no, porque nos quedamos la noche entera pensando en que haríamos al siguiente día. Era tan bella, mis días eran tan buenos, y mis noches eran tan hermosas…en definitiva todo iba a acabar pronto, era demasiado bueno…sabía que esa noche que nos dijimos que nos volveríamos a ver, era más bien una mala despedida…

Esa misma noche un repentino ataque callo al pueblo. Muchos caballeros armados empezaron a atacar a la gente, invadiendo sus casas y matando a quienes fueran a resistirse o por simple capricho, todo eso a media noche. En un instante quise salir de mi pequeño hogar para acudir a Desty quien vivía no muy lejos de mi casa, pero, en el momento que salí fui derribado por varios de esos hombres con armaduras, golpeado, hasta quedar inconsciente...

Cuando desperté, habían pasado ya unas horas, y en ese lapso de tiempo el pueblo estaba echo un caos. Las casas vacías, alguna que otra destrozada, heridos y muertos por todos lados, gente lamentándose y desahogándose…pero no podía detenerme a observar más el lugar, debía saber si Desty estaba bien.

Corrí como pude hasta su casa, el ambiente era pesado, caían gotas de lluvia y por alguna razón a medida que avanzaba el silencio comenzaba a seguirme, mi corazón latía a mil, y mi mente solo trataba de enfocarse…todo hasta que llegue…su casa estaba completamente destruida, y…ahí estaba ella…en el suelo, boca arriba, con los ojos cerrados y una gran marca de rojo carmesí a la altura del corazón…en definitiva quien lo hizo, no dudo en matarla, pero no pensé en eso claro. Solamente quede en blanco mientras automáticamente caía de rodillas cerca de ella, con mi mirada pérdida en su rostro, y las inevitables lágrimas que me la iban nublando.

–N-No…por favor no…di algo…p-por favor…mírame, ¡Por favor abre los ojos y mírame! S-Soy Lucky ¡Por favor mírame! ¡Por favor!...por favor no me dejes…te lo suplico…Desty

Quería que mis palabras llegarán al mismo cielo para que regresara, pero, no era posible obviamente. Se había ido, y junto a ella, se fue toda mi vida como la conocía…quería morirme ahí mismo, perecer a su lado para acompañarla, no quería separarme de ella. Y no lo iba a hacer.

La cargué en mi espalda como pude, después de limpiar su herida, al menos, iba a buscar un lugar donde ambos pudiéramos acabar nuestras vidas.

Normalmente en los reinos que estaban en guerra, se le prohibía la entrada a obvios desconocidos, así que ese era mi magníficamente estúpido plan, ir con Desty a mis espaldas a que me matara algún guardia, pero más que nada para desahogarme, para pelear, con o sin armas, solamente quería confrontar a esos guardias por atacar a Desty, por quitármela.

No supe que reino atacó, así que tampoco importaba mucho realmente, estaba desesperado, vacío, y sin opciones…solo me quedaba sellar mi destino ante lo que decidiera la suerte.

Sin Destino No Hay SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora