La multitud se congregaba frente al convento cuando el papamovil aparcó.Dos monjes más cuadrados que bob esponja hacian de guardaespaldas de su Santidad.La puerta se abrió y salió un joven de unos 20 años.Era increible lo mucho que había cambiado en esos 6 años y lo familiares que resultaban sus rasgos.Que el Señor me perdone por los pensamientos pecaminosos que me vinieron en aquel momento a la cabeza,pero aquel hombre bien lo merecía.Llevaba su precioso cabello castaño dorado perfectamente cortado,y el hábito que vestía se ajustaba perfectamente a su escultural cuerpo.Sus facciones transmitian tal serenidad y sabiduría que no resultaba dificil adivinar porqué lo habian elegido a tan corta edad.Sus ojos otearon la multitud buscando a alguien y el corazón me dio un vuelco cuando nuestras miradas se encontraron.Baje la vista,azorada,aunque me dio tiempp de ver la sonrisa que se había formado en sus labios.Dios mio,que labios...Supe que tendria que hacer penitencia despues por mis pecados,pero no me importó.
Los curas que esperaban el la puerta apretaban sus alzacuellos con nerviosismo y la madre superiora,una mujer de unos 70 años con la cara surcada de arrugas,se desmayó cuando León XVII pasó a su lado y le dedicó una sonrisa a modo de saludo.Se necesitaron varios cubos de agua y tres monjas para levantarla del sitio.
