Mi Mejor Amiga, Mi Todo.

Capítulo 31

Estando aquí mi mente no dejaba de pensar en ella, tenía presente cada parte de ella, repasaba su silueta nuevamente completamente dormida al lado mio, la tortura de mi vida pues mi mente hacía ver esa ilusión tan real, tan llena de vida, tanto que podía sentirla cerca de mi posando sus hermosos ojos café sobre mi. Mientras recuerdo su aroma que aparece de vez en cuando para recordarme que sigo viva, pero sin ella, lo que es igual a estar muerta.

Recuerdo su risa nada discreta pero tan hermosa como ella.

Prometí no dejarla sola y estaba ahí, con tantas ganas y ansias de correr a sus brazos, de correr hacía ella y que con cada beso curé mi desgarro.

Estoy sentada en el abismo, causado por una loca creyendo estar enamorada cuando todo en ella emana un asqueroso olor a obsesión y nada más que eso, estoy en un gran hoyo por emociones que no me pertenecen a mi, pero seguía viva ahí, por una emoción que era más fuerte que todo lo retorcido detrás de esta penosa historia.

El amor, el amar a Camila se había vuelto en mi día a día de tantos días, o quizás ya meses en ese horrible lugar, el seguir un recuerdo ya un tanto lejos de mi que me aferraba a hacer presente, su sonrisa aquí en mi mente.

- Te amo tanto Camila - digo en susurro tan bajo que parece un suspiro.

Repetir esas palabras me hacían sentir plena y segura, me hacían sentir que ella aún me amaba a mi.

Ha pasado tanto tiempo desde la última visita de mi captora, no me hacía sentir bien, tampoco segura pero al menos se había tomado la delicadeza de cambiar a su querido troglodita, y el nuevo participante solo se limitaba a traer la comida y ver que yo siguiera en ese asqueroso lugar. Aunque por lo menos me daba 10min para bañarme, diez minutos que me hacían sentir menos sucia.

Hace ya 5 días que había dejado de comer, solo manteniendome con algo de agua, porque ya la forma de salir de ahí la tenia más que planeada.