Del cielo al infiero

De las calles

He de decir que durante mi nacimiento e infancia mi padre me crió como cualquier padre abría de querer criar a si hijo, me dió los más grandes lujos que el oro podría comprar. Pero conforme iva creciendo, me iva dando cuenta de lo que es la vida en realidad, lo cruel e injusta que es.

Aunque tuve una vida llena de lujos, nunca pude conoser a mi madre, cada vez que le preguntaba a mi padre sobre ella, el lo evadia diciendo que es una gran mujer, y que ella estaría feliz de ver cuanto he crecido. Nunca se lo dije, pero siempre quize conoserla e incontables veces salia del castillo para ir a buscarla pero no alcanzaba a llegar mas aya del bosque, siempre mi padre enviava a los guardias a buscarme. Desde luego yo me molestaba con el, queria ver a mi madre.

Lor' themar Theron mi padre, lider de los elfos de sangre era uno de los 5 lideres de la Horda, junto con Thrall Jefe de Guerra, como lider de los orcos, Vol' jín Cazador Lanza Negra, lider de los trolls, Slivanas Reina Alma en Pena, lider de los renegados y Bhran Pesuña de Sangre,lider de los tauren

Yo era general en la guardia de mi padre, lideraba sus fuerzas siendo un paladín tal y como los grandes lideres elfos. Aliakaro, el nombre que tenia por ley, era lo unico que tenia por parte de mi madre y lo que me aria proclamador del trono cuando creciera. Conforme fui creciendo me entrené en los campos de batalla de Lunargenta, la ciudad en donde nací, ubicada en el Bosque Canción Eterna, mas alla de las Tierras Fantasma, en los Reinos del Este. Cuando cumplí 15 años de edad, me alisté en la guardia y junto a mi fiel compañero Stax, luchamos en incontables batallas liberando nuestra tierra de los peligos que asecharon Lunargenta.

La Alianza liderada por su rey Varyan Rwyn, y amenaza constante ante la Horda mandaba incursiones hacia las ciudades que pertenecian a Thrall y los demás lideres de la Horda. Stax y yo combatimos fieramente batalla tras batalla, pero una noche en una incurción, dirigída por mi, no hise bien mi trabajo, me confié y no tomé mi responsabilidad como lider y por ese grave error murió todo mi escuadrón, nunca olvidaré los gritos de mis compañeros, nunca olvidare ese momento... Después de que nos encadenaron, solo Stax y yo pudimos escapar sobreviviendo a ese fracaso tan grande que ocasioné, ese día fracasé en mi incurción y estaba seguro de que volveria a pasar.

Pasados 2 meses del fracaso de mi incurción, el rey Varyan envió a un picaro para asesinar no solo a mi, si no que también a todos los que me rodeaban. Esa misma noche mientras el picaro se acercaba hacia su mision me encontraba a las afueras de Lunargenta.

¬Stax, no meresco este puesto¬ le dije, mirando hacia el horizonte.

¬Aliakaro, no digas eso, eres general, todo lider pierde batallas alguna vez¬

-Hice silencio por un momento- dejaré mi cargo, y me alejaré de todo esto por un tiempo, pero quiero que tú, compañero, tomes el mando como general, no confio en nadie mas para ese cargo, se que aras el trabajo mucho mejor de lo que yo pude llegar a hacerlo.

¬Aliakaro, es un honor, te prometo que no te defraudaré¬.

¬Lo se amigo, lo se¬

Cuando termine de hablar, solo logre alzar la vista y ver como de las sombras salia,Ödin el picaro que Varyan habia enviado, y no fue hasta entonces cuando vi la cabeza de mi mejor amigo, callendo lentamente frente a mis ojos, llenando todo de sangre. Conforme iva derramandose la sangre de mi compañero por el suelo, mi ira hacia la Alianza no dejaba de crecer.

¬Nunca os lo perdonaré Varyan¬, con lagrimas en los ojos tomé al espia por el cuello y en un momento de rabia, estallé la cabeza del humano y en menos de un segundo el asesino profecional del rey dejo de existír.

No espere ni un segundo mas y me suvi a mi montura para dirijirme rumbo a Ventormenta la capital de la Alianza, lleno de rabia y sin mas intenciones que de matar a todo Alianza que se interpusiera en mi camino, pero mi ira me segó y nunca recodre mi cargo como general y la ciudad que debía proteger, mientras yo me comportaba como un idiota sin cerebro, en Lunargenta una grupo de humanos atacaron la ciudad, mi padre y la guardia lucharon, pero... eran demaciados, cuando regresé, mi padre se encontraba tendido en el suelo, luchando aun por su vida, me acerque a el, sin poder hacer nada, observe como sus ojos se ivan cerrando lentamente.

-Cayó una lagrima que llega hasta la frente de mi padre-, ¬ya no puedo mas... padre, Stax, lo lamento.

¬Aliakaro...¬

¬¿Padre?, ¡resista, triré ayuda!¬.

¬No Aliakaro, es muy tarde, no sobrevivire, ven muchacho, toma a Sersei, esa será tu nueva arma, me ayudo en muchas batallas y ahora te servira a ti,-con una sonrisa en su rostro- me sorprende lo mucho que as crecido, y antes de irme quiero que sepas el nombre de tu madre, quiero que la busques y vivas con ella, dile que lamento no aver vivido lo suficiente para llevarte con ella y también dile que debera de seguir guardando el secreto, ve muchacho, su nombre, es Ma.... Mari...¬

¬Padre, ¡padre!, padre... no termino de decirme el nombre de mi madre antes de morir y en poco tiempo ese hombre de cabello blanco, murió. De inmediato se dió la noticia en Lunargenta, y en poco tiempo coronaron al nuevo rey, no pudo aber sido alguien mejor, el nuevo rey era el hermano de mi padre que me aborrecia, desde que yo era pequeño el intento asesinarme, ya que yo sería el lejitimo heredero al trono pero el no lo aseptaba, el queria el trono.

Desde que nombraron rey a mi padre el aborreció a mi familia y en especial a mi, nos odiaba con tanta ira y despecho como pudiera caber en un elfo y cuando mi padre murió el no espero mas para tomar el trono que por derecho el proclamaba, yo quede en las calles, después de todo gracias a mi padre estaba en el castillo y en la guardia, por ello, cuando el murió me quedé sin nada, estaba destrozado, no podía pensar con claridad, la justicia que me guiaba se estaba evaporando lentamente... no soportaba todo eso, no podia aceptarlo y poco a poco, Aliakaro fue desapareciendo hasta una noche sombría, murió, los que lo conosian no lo volvieron a ver.