K Project One-Shots | Personajes x Lectora

Eric Sōlt | "¿Un perro?"

—Fushijima, sueles traer perros y gatos callejeros aquí, pero... ¡¿un humano?! —exclamó Hikari mirando ojiplática al rubio que cargaba su compañero.

—Vaya, eso es nuevo —dijo Totsuka con su típica sonrisa relajada en el rostro mientras grababa la situación con su cámara—. ¿Qué dirá Kusanagi sobre esto?

Hikari estaba sentada en el bar de Homra tomando algo preparado por Kusanagi, hasta la llegada de ellos dos. El hecho de que Fushijima hubiera traído a alguien literalmente de "la calle" podía resultar muy peligroso, ¿quién podría saber cuál era la identidad de ese desconocido? ¿Y si era un strain buscar por Scepter 4? ¿O si pertenecía a algún tipo de mafia?

—¿Por qué tenías que traerlo hasta acá? —preguntó Kusanagi con el ceño fruncido—. Ponlo de vuelta donde lo encontraste.

—Pero está lloviendo —insistió Fushijima.

—Llévatelo a casa.

—No puedo. Mis padres están ahí.

—¿Es en serio? —Kusanagi puso su mano en la frente frustrado mientras que Totsuka seguía sonriendo con calma. A veces Hikari tenía la impresión de que Izumi era como la mamá del grupo y la manera en como les llamaba la atención era como si se trataron de unos niños revoltosos.

—Uhm... No estoy muy de acuerdo con esto, pero creo que podríamos mantenerlo vigilado hasta que despierte. Luce herido... —comentó Hikari mirando al rubio con tristeza. Es verdad que sería un poco inhumano dejar a alguien así en la calle mientras llueve.

El pelirrojo asintió.

—Voy a dejarlo en el sofá para que repose —dijo posicionado ahí al chico.

—Sí, yo traeré algo para tratar con sus heridas.

Hikari se levantó de la barra dejando su bebida a medio tomar.

—Pensé que no estabas de acuerdo con esto —mencionó Kusanagi mirándola con intriga.

—En un principio, sí, pero... no puedo dejarlo así de herido.

Luego de haber tratado con las heridas del desconocido, Hikari se reincorporó dispuesta a volver a casa. Después de todo, la chica había decidido quedarse solo un tiempo para charlar con Kusanagi y Totsuka, no tenía previsto que algo así sucediera. Sin embargo, Kusanagi la detuvo.

—Es muy tarde para que vuelvas sola a casa. Podrías quedarte solo por hoy. Hay una habitación extra arriba —dijo señalando las escaleras que daban al segundo piso.

—De acuerdo. ¡Será como una pijamada! —bromeó Hikari.

—Hikari-chan es adorable —dijo Totsuka abrazado a la chica con ternura—. ¿No querrás casarte conmigo?

—Oye, deja de sonar como un pedófilo —le recriminó Kusanagi alejándolo de ella.

La chica se limitó a reír. Totsuka siempre solía bromear de esa manera con ella, así que no era nada personal. 

Tomó su bolso en el cual tenía sus pertenencias y subió en dirección hacia la habitación, dirigiéndole una última mirada al chico y deseando que para mañana se encontrara bien.

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Hikari se levantó de golpe al escuchar el bullicio que se estaba armando en el primer piso. ¿Acaso el chico de ayer... al fin se despertó?

Se quitó las sábanas de encima y se puso inmediatamente los zapatos. Se dirigió al baño para darse un aseo rápido y bajó lo más veloz que podía al bar de Homra. El chico rubio miraba a todos muy confundido mientras que los demás lo atiborraban de preguntas. Era como si ni siquiera entendiera lo que le preguntaban. Por sus ojos azules y el color de su cabello, tal vez podría tratarse de un extranjero o eso creía Hikari.