Dream Lab : Ι {NCT}

II

Fase 1: Non-REM Sleep

-Sabía que no podrían huir-"Yakusoku no neverland" en su episodio nueve mostraba su ending tras finalizar el capítulo semanal. Nakamoto tomó el refresco de cola, llevó el mismo hasta su boca percatándose del cero contenido del mismo. Chasqueando su lengua en molestia, se colocó su hoodie favorito para salir. Aún restaba ver estrenos de muchos más anime y la coca-cola era fundamental. Aunque...

Sus dedos temblaron al sujetar el pomo de la puerta, a pesar de querer lucir como si todo estuviera en perfectas condiciones. No lo estaba. La alarma en su móvil comenzó a sonar, era aquella hora. No necesitaba asistir a esas reuniones de autoayuda, donde aquel círculo infernal le recordaba su patética existencia. ¿Acaso no podía coexistir en el mundo del anime donde los valientes protagonistas eran capaces hasta de dar su vida por sus allegados? Yuta siquiera podía realizar el desayuno de su madre que descansaba en una habitación del hospital. A pesar de tener en su mente la idea fija de no asistir, Yuta sabía que ella se sentiría más tranquila si lo hacía. -Siempre saliéndote con la tuya...-

Gangnam era bullicio y calor, aquel calor asfixiante que existía hasta en el clima más frio. Las personas transitaban sin ver a los demás, perdidos en su propia mente. ¿Desde cuándo había sido así? Haber perdido hace 5 años a alguien no había sido la base, la melancolía parecía estar atada a sus pies como una carga llevadera desde nacimiento. Como si alguien hubiera escrito esa palabra en su corazón con aguja e hilo o un tatuaje permanente.
Elevó su mirada, frente suyo se encontraba aquella residencia que según su madre y sus hermanas, le acogería y escucharía. Preguntándose en ese instante porque no eran sus hermanas las que le oían. Quitó sus manos de su bolsillo, caminando cada peldaño como si fuera una épica decisión que cambiaría su vida. Percatándose que existía un ápice de esperanza en él.

Una presión en su muñecalogró despertarle de su ensoñación- Espera... por favor... espera...-era un niño ylloraba. Bueno, no era específicamente un niño. Más alto que él, su cabelloanaranjado y sus facciones tan suaves- ¿Qué...qué? - su cuerpo se giró en sudirección, notando que lucía desesperado. - Yo... mi novio me ha engañado... no sé qué hacer... nunca bebí en mi vida y yohoy. Dios, mamá va a matarme... debes esconderme... Hyung... escóndeme...- eldesconocido intentó de alguna manera que pudiera cubrirlo en su hoodie.Nakamoto sintió la tensión en su cuerpo, duro cuando roca ante ese contacto. Sucuerpo a la defensiva- ¿Podemos escondernos allí dentro? ¡Oh, Dios!-las lágrimas humedeciendosus mejillas. El mayor mordió sus labios, ¿Qué se supone debía hacer?.

...

Moon Taeil era sarcástico de nacimiento. Estaba seguro que su madre le había oído decir algo como "Claro, no te llamas 'madre'" apenas aprendió hablar. De pequeño supo lo que los golpes eran, sin mostrar signos de debilidad. Sólo aquellas palabras y una mirada serían. Cerró sus ojos, permitiendo que la lluvia artificial relaje sus músculos. No existía algo como un motivo de existir para él. Como cuando terminas un libro, uno que ansiabas leer y el sentimiento de vacío se impregna cuando las hojas se reducen.Taeil se sentía un autómata y siquiera tenía el ánimo de suicidarse. No lo haría, su día a día era la búsqueda de algo interesante.

- ¿Yo también te aburro?-Qian Kun comparte piso con él, al igual que Kun Hang y XiaoJun, los tres de nacionalidad China. Taeil niega conforme deposita la toalla en su cesto -Pero no vendría mal que tu humor sea menos ácido -Hendery asiente a las palabras del más bajito. Xiao De Jun se jactaba de ser perfecto, su memoria fotográfica, le había traído méritos indiscutibles, su oído absoluto era la envidia de muchos músicos, Taeil incluido. - ¿Comenzarán ya?-Kun abandonó el living antes de una guerra de egos.
-Por cierto, mañana no podré ir a trabajar y necesito que me cubras...- se giró a observarle - ¿Quieres que vaya a la florería? ¿De verdad? - Qian se encogió de hombros.
- ¡Te lo encargo, Moon Taeil Hyung! - la risa de Hendery se hizo presente y el aludido rodó los ojos.