| Hide Away | [ Fred Weasley ]

II

Hogwarts Express

Hoy es el día . Hoy iré a Hogwarts.
Sé que al principio quería estar lo más alejada posible de ese sitio, pero ahora no puedo esperar a estar ahí. Este radical cambio de perspectiva ha sido gracias a Aberforth.
Se ha estado dedicando estas últimas semanas a animarme y a describirme lo grandioso que son el castillo y los banquetes y lo mejor es que podré hacer magia.

A pesar de mi cambio de actitud sigo pensando mal de mis padres. Sigo sin entender el hecho de que me abandonasen y no se dignasen ni a visitarme, pero bueno,  Aberforth me ha estado repitiendo que no me deje hundir por ese tipo de pensamientos y estoy intentándolo, pero es algo que siempre estará presente.

En estos momentos estoy terminando de empaquetar mis cosas.

-Aura por Dios bendito son las 10:30, vamos a llegar tarde a la estación.

- Ya casi estoy Tabe. Dame 5 minutos.

- Anda déjame a mí.- con un rápido giro de varita colocó lo que me faltaba por meter y cerró el baúl.

- ¿ La has tenido todos estos años y no la has usado?-pregunté.

- Solo la usaba en tu ausencia o cuando estabas demasiado concentrada en algo como para darte cuenta.

- ¿En serio soy tan despistada?

- Deja de hacer preguntas y pongámonos en marcha o perderás el tren.- dijo Aberforth riendo.- dame la mano y agarra tus cosas.

Rápidamente le hice caso.

- ¿ Para qué...- pero no me dejo acabar porque algo estaba tirando de mi ombligo de una manera sobrenatural.

De repente ya no estábamos en bath, el pueblo donde vivíamos, estábamos en la estación de St Pancras, en Londres.

Nada más levantar la cabeza me entraron unas horribles ganas de vomitar que no pude contener.

-Me podrías haber avisado de que íbamos a teletransportarnos- dije limpiando el vomito de la boca.

- Si te hubiera avisado no hubiera sido tan divertido- dijo riéndose- y no te habría comprado este muffin de chocolate.

Este hombre me conoce demasiado bien.

-Menos mal que traes esto como disculpa, pero aun así ten cuidado porque me estoy guardando una venganza para ti- dije pegándole un bocado al muffin.

- Eso va a tenerlo usted muy difícil señorita Hollan.- dijo empleando un destacable tono inglés.

A partir de los 4 años, edad a la que me abandonaron mis padres, había vivido en Bath.

Bath era el hogar de la famosa escritora Jane Austen y por lo tanto mi educación en la escuela muggle había consistido en el estudio de algunos de sus libros.

Desde entonces siempre he sido una gran fan de Jane Austen y Tabe siempre ha estado orgulloso de ello.

Además de las bromas, la literatura antigua era lo que más nos unía, y desde entonces nos dedicábamos a combinar ambas cosas, hablar como si estuviéramos en el siglo 17 o meterle una bomba de harina en el libro que estuviera leyendo para que al abrirlo se llenara de ella. Según Tabe, había adquirido el gusto por la lectura de mi padre, pero bueno... sigamos con la historia.