CAPÍTULO 3 - Secuestrada

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Ángela Andrade

Ya han pasado dos años desde que soy LIBRE del diablo y su vida de mierda. Ahora estoy sanando heridas de años y años de dolor y sufrimiento.

A las nueve me acuesto a dormir, en tanga y sin sábanas, hace demasiado calor para usar más ropa. Acomodo a mi fiel compañera bajo mi almohada por si acaso, y apago la lámpara que descansa en una pequeña mesita de noche al lado de la cabecera de mi cama. Desde que escapé de Colombia viajé hasta aquí y decidí no usar nada con lo referente a tecnología, ni electricidad, es más difícil poder rastrear mi ubicacion, a demás estoy mejor así, aislada. Me llevó dos años formar bien mi plan para desaparecer como si nunca hubiera nacido, ahora tengo otra identidad, otra vida. Al rato de estar en la cama, me pesan los ojos por lo que los cierro quedándome dormida en un sueño inquietante, pero con esta sensación de ser observada, desde ayer me siento así y no me gusta...

Siento algo pinchar mi brazo derecho, por lo que despierto de golpe viendo una figura oscura con un objeto en su mano, gracias al reflejo de la luna. ¡Te ha inyectado algo, reacciona! grita mi subconsciente y así lo hago tomo la pistola debajo de la almohada y empiezo a disparar por todo el lugar, pero al cabo de unos segundos mi brazo se duerme haciendo que suelte el arma. Para mi desgracia la había tomado con el brazo donde me aplicó la droga.

Él se acerca, toma la pistola y se agacha para quedar cara acara conmigo y cuando está muy cerca puedo verle un poco el rostro, y por supuesto la sonrisa más siniestra que mis ojos han visto, ni siquiera la del diablo era tan malvada.

- te encontré pequeña Andrade, ahora eres mía para tomar venganza. Te are pagar los pecados de tu "papi " así que... - hace una pausa mirando directo a mis ojos, prometiendo mucho dolor y sufrimiento a través de su mirada. - BIENVENIDA AL INFIERNO.

Y le creo, he visto esa maldad en otra persona, esa sed por lastimar, esa frialdad, la falta de piedad o sentimiento alguno. Aunque esta vez caí en las manos de un demonio mucho más malévolo que mi progenitor, ahora creo que me arrepiento haber escapado. Siento pánico, mucho dolor por mi cruel destino, e impotencia estando sedada para poder tan siquiera pegarme un tiro y acabar con la miseria a la que estoy destinada a vivir ¿porqué a mí? ¿qué hice yo para merecer esta mierda? es mi último pensamiento antes de desvanecerme en un sueño profundo.

Me despierto desorientada y con mi cara empapada en agua fría.

- Despierta perra, que ya has dormido por tres días. - escucho la voz de mi secuestrador, el cual creo se encuentra de mal humor. Él es alto como de 1.95 cm, ancho de hombros y de cintura estrecha, piernas largas y manos grandes, está vestido con traje negro y a la medida que hace resaltar lo grande y musculoso que es. Tiene labios gruesos y rojos, sus ojos son de un intenso azul, pestañas largas y espesas al igual que sus cejas, su cabello es un lindo café claro y de piel bronceada pero aún sigue siendo un poco clara. En pocas palabras es muy guapo, pero toda esa belleza se opaca y desaparece en el momento que le ves a los ojos porque su mirada es siniestra, malévola y sin compasión.

- ¿Qué hago yo aquí? ¿porqué me secuestró? ¿diablo te envió? - no evito preguntar después de salir del trance en el que me sometí al apreciar su belleza masculina.

-¡CÁLLATE ZORRA, NO TE HE DADO EL DERECHO DE HABLAR! - grita con una vena marcada en su cien, lo que explica que realmente está enojado. En eso siento cómo el revés de su mano choca en mi mejilla haciéndome jadear del dolor, y la sangre no se hace esperar. Intento tocar la piel punzante del lado derecho de mi rostro, pero mis manos no seden y es ahí donde me entero que estoy atada con cadenas, mis manos esposadas juntas frente a mi pecho y del centro de las esposas sale una cadena áspera y gruesa la cuál está conectada con un candado en el cabecero de la cama. Mis pies están bastante separados con grilletes que conectan con cadenas sostenidas de las patas de la cama, si es que se le puede llamar "cama" a un tiesto de hierro y un colchón de paja tan delgado que si me meneo siento los bordes de las tablas debajo de mí. También me entero que estoy totalmente desnuda y a merced de él. En este cuarto no hay nada más que un retrete mugriento, una olla con agua y la "cama". Las paredes de esta pocilga, son grises, el piso de cemento rústico y una lámpara que parpadea sobre mi cabeza.
Es un cuarto de mierda. ¡ah y vi una rata correr al otro lado de mí "cama" hasta que entró en un agujero en la pared!

- Bien, ahora escuchame que no lo repetiré dos veces perra. - dice mirándome fijo y con odio. - este será tu nuevo hogar, yo seré tu amo y comerás, dormirás, te bañarás, me dirigirás la palabra e irás al baño cuando yo te lo permita u ordene. Me dirás amo y si te mando a lamer mis putos zapatos tú lo harás con una gran sonrisa, si no lo haces te castigaré y no será divertido, al menos no para usted. Cuando tenga visitas y alguien desee follarte o tal vez todos, te dejarás, si no te castigo. De igual forma yo también te estaré follando hasta que estés demasiado fea para cogerte y tú no tendrás derecho a correrte nunca, si lo haces te cortaré el clítoris para que jamás puedas volver a sentir placer cuando te follen ¿entiendes?

- da igual si lo corta, total no sé que es tener un orgasmo. - digo en un susurro con los dientes apretados, recordando cómo me violaban y que por más que trataron que llegara al clímax, jamás lo lograron.

Siento cómo me hala del cabello y golpea fuerte mi cabeza con la "cama" haciendo que grite por el golpe y de seguro se me formará un chichón.

- ¡¿Que te dije sobre hablar sin mi puto consentimiento? ¿Qué mierda fue la que dijiste? ¡Contesta! - me grita con furia sacudiendo mi ya dolorida cabeza. - ¡habla perra! - esta vez vuelve a abofetearme partiendo mi labio inferior en dos. Ahora si me da rabia de ver que salgo de un infierno para entrar a otro.
- Dije que me da igual si me lo corta, total no sé que es un maldito orgasmo. - le respondo con rabia y ganas de matar al imbécil. Le he revelado uno de mis secretos más vergonzosos y estoy consternada por mi sinceridad con ese maldito demonio.

Él me mira desconcertado y asombrado por un instante antes de poner un gesto indescifrable en su rostro.

- Esta bien, es todo por hoy, al lado del retrete está su comida. Cuando yo salga de aquí las cadenas se moverán permitiéndote mover por todo el lugar, tienes media hora y si en ese tiempo no estas de nuevo en la cama, vendré y te golpearé. - sin más sale del cuarto y las cadenas se mueven. Este es mi primer día en mi segundo infierno y no quiero imaginarme los que me esperan.

Otra vez soy la puta de alguien, otra vez seré golpeada, otra vez me violaran y lastimarán, tratándome como la perra que siempre he sido...bienvenida a tu nuevo hogar Ángela y a las garras de tu nuevo amo...la ventaja será que ya estoy entrenada para obedecer y aguantar las peores palizas y torturas dadas. Gracias a mi progenitor y sus "amigos" no será tan doloroso para mí, eso espero.

Venganza y Dolor (Beltrán VS Andrade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora