Hace mucho, mucho tiempo, en una gran isla de gran envergadura, existía un reino, en el que se podía vivir con tranquilidad; era abundante en riquezas, por lo tanto era un lugar que se basaba en la comercialización. No obstante tenía un gran poder militar, para poder defender sus tierras de los países avariciosos. La sociedad era feliz viviendo allí. Se contaban grandes historias de aquel territorio en los reinos cercanos y lejanos, pero todo en aquel reino cambió radicalmente cuando la guerra le sacudió.
El dinero, el poder... cualquier justificación vale para conseguirlo... aunque sea traicionando a tus seres queridos... o incluso a tus principios.
Capitulo 1: Todos
Una mañana en un castillo, en los aposentos, se encontraba el rey, de unos cincuenta años, de aquel reino llamado El lago; el monarca algo cansado se levantó de su cama y se acercó a una de las ventanas, inspiró aire puro y miró hacia abajo, donde estaba el pueblo donde vivían sus vasallos. Aquel castillo era la capital del reino, grande e inmenso como cualquier reino le gustaría tener. Protegido por grandes murallas y con una gran cantidad de soldados custodiándola, al igual que siervos fieles que darían su vida por proteger aquello. La capital se encontraba justo en el centro de la isla, convirtiéndola en un punto estratégico para el comercio. El rey se vistió y salió de sus aposentos, antes de que saliera su mujer le preguntó "¿Ya te vas?"; él con un movimiento de cabeza la contestó y sin perder tiempo alguno siguió con su propósito. El rey continuó avanzando por su castillo, mientras una gran cantidad de soldados le saludaban firmes en su posición. Cuando fue a torcer en un pasillo se encontró a una mujer y un hombre que estaban charlando. El hombre era de una edad de treinta y pocos, vestía un quimono blanco con los bordes verdes, de la cintura colgaba una insignia de oro con la marca de un dragón devorándose la cola, su pelo era un poco largo y de color negro, mientras que sus ojos eran marrones claros. La mujer era más o menos de la misma edad que el varón, un año arriba uno abajo, vestía también una especie de quimono por la parte de arriba, con largas mangas, mientras que por abajo llevaba una falda que le llegaba hasta los tobillos, las dos partes eran unidas por un cinturón de seda amarillo, el cual bajaba entre las piernas y justo al final tenía la marca de un árbol, parecido al manzano. Toda la ropa era de color negro, pero estaba decorado con algunas piezas de oro y otras telas que lo simulaban; tenía el pelo largo de color negro y sus ojos eran marrones.
Los dos miraron a su rey y le hicieron una reverencia.
- ¿Qué sucede?- Preguntó el rey.
- Las pequeñas revueltas del reino comienzan a intensificarse-Dijo el hombre.
- Como has dicho son pequeñas- Respondió el rey mientras seguía andando.
Los otros dos le siguieron por detrás mientras trataban de explicarle la situación.
- Mi señor, eso no es todo -Comentó la mujer- Han aparecido una serie de barcos en distintos puertos del reino, pero no atracan.
- Como siempre ha sucedido-Respondió el rey.
- Pero estos son de un reino desconocido.
- Eso no importa-Continuó evadiendo el rey.
- No lo entiende, los barcos parecen estar vigilado.
- Pensamos que las revueltas y esos barcos tienen algo que ver- Trató de hacerle entender al rey, el hombre.
El rey llegó a una puerta en la que había dos guardias, se detuvo y se dio media vuelta, y con una sonrisa dijo.
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El romance de los siete reinos
ActionEsta historia cuenta sobre la lucha de la unión de un reino, que antiguamente era rico y prospero, pero ahora solo hay sangre, muerte y demagogia. La historia ocurrirá a lo largo de los 123 años que duró el conflicto entre los siete nobles más poder...