Con la misma rapidez con la que Chaeyoung había llegado al tercer piso pensó en irse de ahí.
No es que diera tanto miedo como pensaba en un inicio, después de todo el sol de la cálida tarde entraba perfectamente por las ventanas de los pasillos y podía ver fácilmente los salones que en su misión debía revisar y fotografiar, no era muy complicado, solo echaría un vistazo rápido, tomaba una foto y era todo.
Sin embargo algo no se sentía bien para ella, todo estaba muy silencioso para su gusto, y es que tampoco deseaba escuchar algo sabiendo que ella es la única persona en ese piso, tan solo era un silencio inquietante.
Caminó lentamente viendo unas cuantas grietas divisibles en las paredes, también notó que las ventanas estaban algo sucias y el polvo era notorio, además de que las puertas de los salones eran realmente viejas, hechas en una madera opaca y con la pintura desgastada.
Sentía que el ambiente era extraño incluso cuando abrió la puerta del primer salón, pero para su suerte estaba vacío totalmente, así que procuro tomar una fotografía de todo el espacio para luego cerrar la puerta cuidadosamente.
—Eso no fue muy difícil...— sé dijo a sí misma, quizás ella había exagerado con que todo era una mala idea y ahora se sentía más tranquila.
Pero ese silencio perpetuo le seguía molestando, sí era cierto que el lugar era pacífico hasta de cierta forma relajante, pero Chaeyoung empezaba a sentirse incómoda.
Mientras, en el segundo piso caminaba Tzuyu con su linterna en mano y algo de pereza.
Para Tzuyu esto de cazar fantasmas era extraño, pues durante toda su vida siempre fue escéptica en el tema hasta que conoció a Dahyun, quien logró convencerla un poco de qué debía existir un mundo paranormal y que a veces se conectaba con el real.
Claro, primero debía confirmar que era así, porque en su vida nunca había visto un fantasma o vivido algo sobrenatural.
Caminó revisando salón por salón sin rastros de algo extraño, quizás la leve oscuridad de estos podía causarle algo de miedo, pero más allá de eso no captó nada raro y siguió su investigación con calma, o así era hasta escuchar unos pasos casi cuidadosos atrás de ella.
Dahyun iba muy feliz con su linterna y libreta anotando todo lo que veía, como la antigüedad del edificio y los arreglos que definitivamente merecía, además de que el lugar estaba terriblemente oscuro y el olor a humedad era algo que percibía con molestia.
No quería sonar como narcisista, pero ella sí que poseía sentidos agudos y muy bien desarrollados, todo gracias a muchos años de práctica e investigaciones.
Como si fuera un reflejo inmediato se dió la vuelta bruscamente al sentir algo extraño pasar en el pasillo, casi como si una rápida ráfaga de viento frío se hubiera colado, solo que pudo sentir algo más... Como si unas palabras hubieran acompañado aquel movimiento del aire.
Sonrió algo satisfecha, cada vez se convencía más de que algo estaba pasando ahí definitivamente.
Chaeyoung no esperaba que su misión fuera tan fácil, incluso se sentía algo feliz de que ningún fantasma o demonio raro haya salido de la nada a asustarla. Quedaban solo dos salones más que revisar así que con un último suspiro de alivio abrió la puerta del penúltimo salón.
Estaba lleno de sillas y viejos pupitres amontonados y en desorden bajo una densa capa de polvo que indicaba el abandono de los mismos, ni siquiera se veían tan mal como par ser malgastados ahí, sin embargo dejó de cuestionar los motivos y tomo una foto, que por su deseo de acabar pronto no revisó.
Cerró con cuidado la astillada puerta, y miró con algo de alivio el último salón, la última puerta del pasillo y donde el sol daba perfectamente a la entrada, era justo la hora donde el horizonte se pinta naranja y azul pálido.
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Echo [Michaeng]
FanfictionTras unirse a la investigación de su amiga Dahyun para el periódico de la escuela, Chaeyoung se involucra con un misterioso rumor que ha asustado a más de uno en el antiguo edificio del instituto.