El tiempo de una llamada.

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El canto de los pájaros se escuchó por la habitación y los rayos solares entraron por la ventana iluminando al rostro del castaño quién soltó un quejido. Éste no tenía buen aspecto, sus ojos estaban hinchados con unas grandes ojeras que dejaban en claro de que no la estaba pasando bien, incluso dejó crecer su barba. Normalmente era cierta persona quién le afeitaba pero habían pasado meses desde la última vez que lo vio. 

A pesar de que el día era caluroso, Miyuki no podía sentirlo, su cuerpo añoraba el calor de una persona que ya no estaba más, el ruidoso que, 18 años, atrás le había robado el corazón y con el cual tenía una relación seria. 

Sin embargo habían pasado exactamente 7 meses desde que empezó a vivir sin él. 


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—0 año—


Los primeros seis meses que pasó en su primer año le parecieron aburridas pero todo cambió cuando apareció cierta persona. Cuando lo vio por primera vez, lo primero que pensó fue que era un tonto que buscaba peleas, pero a pesar de que no demostraba quedó atónito cuando atrapó sus extraños lanzamientos.

Y esperaba que el castaño volviera, pero como estudiante de la preparatoria Seidou, deseaba ver el desarrollo de Sawamura como pitcher.


—3° año—


Esos tres años fueron como una montaña rusa para Miyuki, todo gracias a cierto ruidoso. 

Un suspiro escapó de sus labios y miró de reojo al menor quién se encontraba mirando con nostalgia al campo de béisbol. 


¿Y bien que me dirás?—Cuestionó el chico de lentes con una sonrisa ladina. 

¿Eh?—Dijo Sawamura volteando para verlo. 

Me dijiste que vaya contigo para hablar así que estoy esperando, Bakamura.

¡Oh! ¡Es cierto!—Recordó el menor y sonrió—Lo que quería decirte es que... gracias por los años que estuviste aquí atrapando mis lanzamientos. 

—Oh, te vas a poner sentimental. 

—No eres nada agradable.—Se quejó pero su sonrisa seguía sin borrarse.—Y no es un cumplido.—Le interrumpió luego de escucharlo reír. 

Oh, parece que ya conoces mi respuesta.


Era increíble como el tiempo pasaba volando y no sólo eso, las cosas entre ellos también cambiaron. Se volvieron más cercanos luego de que Sawamura superó su yips, desde ese día, había momentos en los cuales dejaban en claro lo mucho que se gustaban por ejemplo cuando comían juntos, bromeaban durante los partidos, se quedaban a tomar refresco en las noches fuera de las habitaciones y la mayoría de veces el mayor le pedía a Koushuu se vaya a dormir en el cuarto de Kuramochi para que Sawamura se quedará con él. 


Sawamura...—Le llamó.— No... Eijun.

¿Eh? ¿Acabas de....?

The time of a call.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora