The time of a call.

EXTRA (Español)

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Estaban en la temporada de verano y por suerte el día estaba un poco fresco. Una figura se encontraba frente de la ventana de su habitación, observando el paisaje de Tokio, desde su sitio podía escuchar el llanto de las cigarras. Un suspiro escapó de sus labios y se giró para mirar a la otra figura que acababa de entrar.

—Eijun-kun... Ya están listas tus cosas.

—Gracias, Harucchi... Y también quiero agradecerte por no decirle nada a Miyuki después de lo que me hizo.

—Lo hacemos por ti, eres especial para nosotros y estamos dispuestos a respetar tus decisiones. Por muy imbécil que fue Miyuki-senpai sigue siendo amigo de Kuramochi.

—Lo sé... Oh, es verdad tengo que irme y gracias por prestarme tu departamento... En serio, gracias por todo.

El pelirrosado le dedicó una leve sonrisa antes de abrazarlo, después de intercambiar unas cuantas palabras, ambos se despidieron y Sawamura se dirigió hacia el auto donde lo esperaba Kuramochi para llevarlo a su nuevo departamento.

—Espero que todo te vaya bien a partir de ahora, Sawamura.—Le dijo Kuramochi cuando llegaron al departamento del menor.— De nuevo me disculpo por Miyuki.

—Está bien, ya se terminó hace unos meses... Por favor no vuelvas a hacer eso. Estoy bien y seguro que él lo estará pronto. Es Miyuki después de todo.

—Sabes que si necesitas algo, no dudes en buscarme o a los Kominato...

—Lo sé, gracias por traerme.

—Ah y por cierto... —Lo detuvo antes de que éste se bajara.—No olvides lo que hiciste por nosotros... También necesitas hacer lo mismo.

—¿Eh?

—Ya lo entenderás.

Después de esa corta conversación, Sawamura, aún sin entender a que se refería el mayor, se bajó del auto con sus maletas y se despidió de Kuramochi prometiendo que iba a llamarlo más tarde. Volvió a soltar un suspiro y se dirigió hacia el edificio con las maletas que quedaban para acomodar su nuevo departamento.

Era el nuevo comienzo de su vida después de la ruptura y esperaba que Miyuki hiciera lo mismo como él.

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12 AÑOS DESPUÉS

En una de las salas del centro de rehabilitación estaba Sawamura Eijun, con sus 44 años, revisando los datos de los pacientes que atenderá este día cuando de pronto se abrió la puerta dejándose ver a una versión femenina de Kuramochi.

—Oh, hola Hotaru...—Le sonrió—¿Qué pasó?

—Hola tío.—Saludó mientras se sentaba en una de las sillas.—Aproveché de que mi papá fue a recoger a Haru-san en el aeropuerto, vine a visitarte.

—Es cierto, hoy regresa después de casi un mes. Me imagino que necesitan un tiempo a solas como pareja.—Después de decir eso, volvió su vista hacia los papeles.—Dame un momento, voy a terminar de revisar eso.

—Está bien...

—Pero mientras tanto, puedes decirme que pasó.

—En realidad no sólo vine a visitarte sino también a decirte lo que me pidió... Mi otro padrino.