No tan Encantador

2: Los Colores

Bueno, llegados a este punto, ya todos saben lo que pasa, mi persistencia con Dante sirvió y a los seis meses me pidió salir, qué es lo que me llevo al éxito y como lo mantengo luego de unos años, bueno es simple...

Todo hombre, y créanme que todos, quieren sexo al principio. No podrán evitarlo, esta en su naturaleza, a diferencia que cuando quieren una novia, eso si lo piensan una y otra vez. Y lo vuelven a pensar, en eso si se comen la cabeza meditándolo. Entonces como resumo esto...

Al no darle lo que quiere de inmediato, te vuelves una novia sin que se dé cuenta.

Factores como el deseo es algo importante, cuando es innegable que hay chispa, pues solo depende de lo que una quiera.

Pero... ¡Alerta! Avisadas están todas, si enciendes las chispas ten en cuenta que vas a encender un fuego, si desconectas la clavija sexual en el último momento, no te harás desear o despertaras su interés, serás solo una provocadora.

Y esa es la explicación que le estoy dando a Sunny en estos momentos, cuando con mucha sorpresa veo a quien parece estar perdidamente embelesada de su compañero de clase...

—Recuerda, antes del sexo incluso si es el mismísimo príncipe de las tinieblas, el hombre no está pensando con claridad, te puede jurar el cielo y las estrellas con tal de meterse entre tus piernas... no las abras.

—Pero...

—¡No las abras, dije! Ya después del sexo, todo cambia, el hombre está pensando con claridad sobre si te quiere o no en su vida y la mujer no.

—Nathan no es un príncipe de las tinieblas, es mi príncipe azul —me dice sacando un pechero que me hace reír.

—Príncipe azul oscuro será... —bromeo pero Sunny acaba frunciendo el ceño, eso no es bueno

—¿Y que se supone que significa eso?

Uhm, como lo pongo ahora de una manera que no termine en mi muerte social.

—Pues ya sabes, un prototipo a Nathan, de pocas palabras, a veces frió... menos contigo claro —me apresuro a decir antes que se moleste—, que lleva tatuajes y perforaciones, y esa onda de misterio. Que es bueno contigo pero una molestia con los demás...

Veo a Sunny pensarlo y luego reír, suspiro de alivio porque sé que me he salvado de una buena, aunque no tengo ni idea de dónde ha salido todo eso, sin embargo me gusta la explicación.

—¿Y qué color le darías a Darren?

La interrupción de Marie hace que ambas levantemos la vista, nuestra al parecer conversación privada no es tan privada, y lo noto cuando muchas otras miradas estan sobre nosotras alrededor de la mesa

—¿Darren? ¿Cómo Darren Scott? —Sunny sale antes de su sorpresa que yo, pero la respuesta de Marie es algo mucho más sorprendente.

Darren Scott, es completamente opuesto a Marie, literalmente es la razón por la que los padres de ella iban a sacarla de la universidad, si mal no recuerdo lo llamaron "hippie fornicador". Veo a Marie morderse el labio y mirarme algo arrepentida, mi silencio creo que ya duró mucho tiempo, así que solo suelto lo que se viene a mi mente.

—Darren es un príncipe azul ardiente... —que mierda estoy diciendo—, me refiero a que, es fogoso en muchos sentidos, su reputación dice mucho de su persona y a pesar que no lo parezca es fácilmente manipulable, si no te acercas con cuidado puede quemarte. Dime que no te has quemado Marie...

Que sutilmente significa, dime que no has perdido tu virtud con ese idiota.

—No, aun no...