Desde muy pequeño Mark había demostrado ser un niño muy inteligente.
Era algo pequeño y frágil, su sistema inmune era un poco deficiente y por esto durante su infancia pasó largas horas recostado en su cama, resumido a los confines de su habitación o de la sala de su casa desde donde sus padres lo podía vigilar mejor.Como no podía andar de aquí para allá jugando y haciendo travesuras como es costumbre en la infancia, los libros se convirtieron en su cosa favorita del mundo.
Para él los libros eran maravillosos. Podía quedarse recostado entre sus cálidas sábanas y el único movimiento que tendría que hacer era el de sus delicados y finos dedos al pasar hoja tras hoja. Podía sumirse en mundos maravillosos, aprender sobre cosas nuevas e interesantes, y lo mejor, vivir todas aquellas aventuras que su frágil cuerpo no le permitía, pero que su mente era tan capaz de hacer. Llevándolo a cada rincón del mundo que conocía y aquellos que no, atrapando rufianes, haciendo el bien, descubriendo, conquistando, admirando, amando, y siendo todo aquello que se suponía no podría ser por su obvia condición de omega.
Aunque el subgénero de cada individuo se definía al llegar a la pubertad, era característico de los omegas el tener cuerpos delicados y frágiles y haber tenido desde pequeños problemas de salud. Dicho esto, todos aquellos que conocían a Mark no dudaban en que sería un omega al crecer y presentarse.
Pero esto sólo le daba fuerza al pequeño Mark para querer ir más allá de aquello que se suponía tenía que ser debido a su preconcebida condición de omega. El no quería preocuparse en tener que ser bonito para que algún alfa se interesase en él y lo tomara como omega, no quería depender de nadie, ni tener que resumir su vida a dar a luz cachorros, complacer a un alfa y encargarse de una gran casa. No tenía porque ser tierno, o delicado, o agachar la cabeza y aceptar sin rechistar cualquiera cosa que le dijeran.
Porque Mark no era así.
Él era un chico inteligente y súper dotado para diversas áreas del conocimiento. Le gustaba cuestionar, debatir y proponer, compartir su opinión con el mundo y ser escuchado por éste.
El quería estudiar, quería trabajar en aquello que tanto le apasionaba y aportar su granito de arena para que el mundo fuera un lugar mejor. Quería abrir las puertas de su vida y de su corazón al amor, si es que éste llegaba a él.
Quería ser capaz de elegir su destino, su vocación y cada pequeña y mísera cosa que tuviera que ver con él, sin importar que tan vana fuera.
Quería que su vida fuera digna de quedar plasmada en un libro y que éste fuera tan bueno, que en otra vida no dudaría en leerlo una y otra vez y tenerlo como su inspiración.
En pocas palabras, como decía uno de sus poesías favoritas, "... quería vivir intensamente, quería 'sacarle el jugo' a la vida. Desterrar todo lo que no fuese vida, para así, no descubrir en el instante de su muerte que no había vivido".
Creció siendo un niño con un coeficiente intelectual muy alto, una mente prodigiosa tanto para los números como para las letras. Le tenía un gran amor a los libros y la literatura en general, y entendía que el arte, el amor y las pasiones, todas estás siendo la esencia de la vida y del hombre, estaban en gran parte escritos con el lenguaje de las letras o los sentidos.
Pero creía que el universo estaba escrito en el lenguaje matemático y lo veía como la perfección que el hombre tanto quería alcanzar, pero de la que jamás gozaría en su totalidad.Su madre, una alfa algo estricta pero entregada a su familia y su padre, un omega muy cariñoso y su autoproclamado fan #1, lo apoyaron en cada una de sus ideas, orgullosos de que su pequeño fuera tan brillante y maduro desde tan corta edad. Decidieron romper poco a poco en su hogar los estigmas y estereotipos con los que habían sido criados, para liberar a su retoño de estos y buscar el máximo desarrollo de su ser, sin que su subgénero lo limitará de ser quién él quería ser. Le enseñaron que independientemente de su subgénero, no debía sentirse ni más ni menos. Que por el contrario, tenía que ser fiel a su corazón y sus principios mientras vivía en armonía con aquella naturaleza que le había otorgado la madre luna, fuera alfa, beta u omega.
Tuvo que demostrar a algunos su valía y capacidades, especialmente desde que una semana antes de cumplir sus 13 años, se levantó sudoroso, con temblores y calambres en el cuerpo, irradiando demasiado calor, con una opresión en su vientre bajo y su pelvis además de la sustancia pegajosa que se resbalaba desde su centro y que intensificaba el nuevo dulzón aroma a miel de maple y manzanas maduras que exudaba de él.
Había presentado como omega, justo como se tenía previsto, pero sin importar ésto, seguiría con su plan y viviría su vida al máximo, sin restricciones ni peros de la sociedad. Siguiendo siempre a su corazón.
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| ambiguo | jungmark |
FanfictionJungwoo es un alfa de apariencia tierna y actitud calmada, pero su instinto no duda en tomar posesión de él cuando se trata de cuidar y celar a su precioso tesoro, Mark. O donde Mark es un omega intrépido y decidido que no teme el cuestionar ni des...