Parte 2

2.8K 304 29
                                    

Piel suave y nívea, labios rojos y carnosos, ojos dulces y siempre amables, mejillas de melocotón y una voz suave e íntima

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Piel suave y nívea, labios rojos y carnosos, ojos dulces y siempre amables, mejillas de melocotón y una voz suave e íntima. Ese era el aspecto con el que Jungwoo se mostraba al mundo.

Jungwoo era un alfa que cumplía con los estándares sociales de personalidad y belleza establecidos para los omegas.

Pero poco le importaba, había crecido con los elogios de su familia y demás cercanos, hablando del lindo, amable y educado omega que sería. Jamás le importó realmente, su madre solía decirle que su aspecto y comportamiento no era suficiente para definirlo. Que eran aquellas cosas que pensaba, hacía y decía las que al final del día decían más sobre él que su apariencia.
Por ésto mismo creció con la misma frase que su madre le decía cada noche antes de darle un beso para que tuviera dulces sueños.

"Buenos pensamientos, buenas palabras y buenas acciones, Snoopy."

Cuando se presentó fue una sorpresa para todos el claro olor cítrico y picante que emitía, y para aquellos escépticos, el exámen realizado en el hospital que daba cuenta del alto nivel de hormonas alfa que ahora dominaban los procesos de su cuerpo aún joven, no dejaba duda alguna de que Jungwoo era alfa.

Jungwoo estaba casi tan sorprendido como sus conocidos. Si bien no esperaba ser un omega, tampoco un alfa. Dentro de su lista de probabilidades de género, la primera era beta, luego omega y por último alfa.

Pero la vida y el destino de nuevo hacían de las suyas y demostraban que no debíamos dar por hecho nada, porque todo era posible e impredecible.

Rápidamente su cuerpo empezó a cambiar en ciertos aspectos como su altura, algunos músculos que estaba seguro antes no estaban ahí y que de no ser por su reciente presentación le habrían costado mucho más alcanzar. Incluso su trasero y su amigo ahí abajo habían crecido. Su voz se había vuelto unos tonos más baja y había perdido el tono chillón, pero nunca dejó de ser suave y relajante.

Pero seguía conservando su piel lampiña, y el aspecto adorable, que unido a su personalidad tímida, hacían dudar a muchos de su género alfa.

Jamás hizo caso a las críticas relacionadas a su "aspecto de omega" y "estatus" de alfa tan "contradictorio" según tantos ignorantes de mentes pequeñas. Él se aceptaba como era y se creía afortunado por eso.

"Todo es subjetivo"  decían por ahí.

Jungwoo no buscaba complacer a otros, ni cumplir con espectativas o estándares. Jungwoo quería hacer buenas cosas para su vida, y de ser posible, que estás obras en sí mismo, ayudaran a otros o al menos que no afectaran de manera negativa. Era un chico consciente del mundo en el que vivía y los problemas que lo atormentaban. Pero también de aquella belleza que poseía y de la cual buscaba cada día aprovechar y admirar.

Por eso vivía tratando siempre de reforzar los lazos con su familia y amigos más cercanos que conformaban su pequeña manada. Gozaba de cada momento con sus amigos dentro y fuera de la escuela. Era amable, comprensivo, alegre, empático y un ser tan lleno de cariño como de positivismo.

Jungwoo, incluso antes de nacer, parecía ser la persona indicada para uno de los tantos Marks que habitarían el mundo.
Parecían destinados a encontrarse.
Pero una vez el dichoso encuentro ocurrido, el amor que surgió fue elección de cada uno. Ambos se escogieron el uno al otro dentro de todas las personas posibles. Porque sus corazones poco a poco latieron por el contrario, porque sus mentes se entendieron y empezaron a pensarse, a extrañarse, a adorarse por quienes eran.

Un amor tan bello e ideal, que hasta llega a parecer la definición del amor platónico.
Pero no lo es, porque es real, aquí y ahora.

Nota:
El amor platónico en realidad no es el amor imposible, de ese que sueñas que pase entre tú y oppa. El amor platónico es tan perfecto e ideal, que llega al extremo de lo surrealista y utópico, y es por eso que se habla de él como algo imposible.
Imposible por lo idealista más no porque el morro que te gusta está fuera de tu liga o es famoso.
Gracias por leer esta mierda.

Se despide,
Sunshine.
Picos pa' las falsas.

| ambiguo | jungmark |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora