«07»

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Jugueteaba con sus manos mientras esperaba la comida, existía un silencio presente, cómodo y que a ambos no les molestaba, pero que a Jimin, solo lograba poner más nervioso.

-Y... ¿Cómo va tu tatuaje?-

Se golpeó mentalmente, ahora Jungkook debía creer que eso era de lo único que sabía hablar.

-Bien, no he tenido problemas, Taehyung hizo todo a la perfección y he seguido tus indicaciones, cicatrizo y ahora está normal-
Dice el chico bonito, jugando con el borde de su vaso.

-¿Todos tus tatuajes tienen significados?

-Pues... La gran mayoría, hay algunos que no tienen sentido, pero he tratado que detrás de todos, exista una historia que contar.

-Me gustaría escuchar cada una de esas historias-
Le sonríe y puede ver sus ojos desaparecer.

Tierno.

Llegó la comida, ambos habían pedido pasta, el menor ordenó unos spaghetti con salsa blanca y carne, mientras que por su parte, pidió unos fetuccini con salsa roja. Algo sencillo, pero gratamente gusto de ambos.

-Pues, este...-
Señala el dorso de su mano, en el cual estaba dibujado meticulosamente la cabeza de una dragon, que su cola se ubicaba en el largo de su brazo.

-Lo hice luego de abrir mi tienda, en ese entonces esta era la única área limpia de mis partes visibles, decidí hacerlo por todo lo su pasé, peleas en casa, contradicciones, me juzgaban, rechazo social, todo eso se concentra en ese dragón... Que me recuerda día a día, el largo camino que recorrí, para poder ser independiente, eso representa su extensa cola.

-Asombroso... Los tatuajes te quedan muy bien,hay personas que por más que le gusten, nunca logran verse bien, pero no es tu caso, es como tu toque tenerlos- Dice mientras comienzan a comer.

No sabía cómo sentirse, quería tirar la mesa a algún lugar del restaurante, tomar a Jungkook y secuestrarlo a su departamento, para nunca dejarlo salir. Aunque como nada de ello podía hacerlo, optó por soltar una pequeña risa y sentirse halagado.

-Aparte, me asombró que supieras el significado de aquella flor.

-Oh, bueno... un poco, en realidad, nada quizá, lo básico para no cometer un error si le regalo flores a alguien- Nervioso, lleva una de sus manos a su nuca, pero en el gesto, sin querer derramó su vaso de agua.

-Oh, oh, oh, l-lo siento mucho.

Mientras el mesero llegaba a ayudarle, ya que el agua comenzaba a expandirse por todo el mantel, escuchaba la melodiosa risa del más joven, quien tapaba su rostro con sus manos, mientras que sus ojos se hacían cada vez más tiernos.

Entre Flores Y Tatuajes «JIKOOK»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora