- ¿Yo? ¿Como quieres que le guste? No digas tonterías hombre... -Cam casi se cae por escaleras cuando Caleb se lo dijo.- A ver, ¿por qué lo dices?
- Porqué estás bien.
- A ver. Hay millones de chicos que están "bien". No creo que por eso le tenga que gustar. Pero... ¿a quién no le gusto? -dijo bromeando Cam- Nah, dices bobadas. Es imposible que le guste.
Subieron los dos pisos restantes en silencio. Caleb abrió la puerta le invitó a pasar. Cam se sentó en el sofá y Caleb le ofreció algo para tomar, pero después de la hamburguesa no tenía hambre. Caleb, que nunca paraba de comer pero nunca engordaba, cojió un paquete de galletas y se sentó junto a Cam en el sofá. Finalmente, los dos acabaron con dos Coca-Colas y un paquete de galletas Oreo en la mesita del salón.
- ¿Quieres jugar al FIFA 14?
- ¡Eso ni se pregunta, hombre! -dijo riendo Caleb.- Enciende la consola.
Cam se levantó y encendió la Xbox, cojió una caja donde aparecían Lionel Messi i Gareth Bale. Insertó el disco mientras Caleb cojía dos mandos, uno blanco y otro negro. Cam escojió el PSG y Caleb, el Real Madrid.
Se pasaron hora y media jugando al FIFA 14 y hablando de Anne, la camarera. Cam también le preguntó sobre Ashley, la chica con la que Caleb estuvo saliendo una semana. La conoció en el pueblo donde pasa las vacaciones y siempre se había fijado en ella no porque le gustara, sinó porque tenían unos gustos muy similares. Normalmente salían a correr juntos o quedaban para jugar a futbol. Era un chica que valía la pena conocer. Tenía el pelo moreno y los ojos azules, era muy atractiva, bajita pero fuerte. Después de una semana Caleb se dio cuenta que psíquicamente se parecía un montón a Helen y que, realmente, Ashley no le gustaba. Fue ella quien lo dejó porque "no estaba segura de lo que quería y necesitaba tiempo para pensar".
Cam miró la hora, eran las ocho menos diez de la tarde. Mientras Caleb metía un gol, Cam se acordó que Helen le había pedido que cuando acabaran de hablar, le llamara para explicar como estaba iendo. Pausó el juego, se disculpó, bajó a la portería y se sentó en las escaleras, cojió el móvil y marcó el número de la chica.
- ¿Diga?
- Hola Hel, soy Cam. -acostumbraba a decirle Hel, era su "mote cariñoso".
- Ay, ¡hola! No me aparecía tu nombre en la pantalla... ¿Ya habéis hablado?
- No te preocupes. -Helen había notado un media sonrisa por parte de Cam. ¡Qué mono! Pensó.- Claro que hemos hablado. Te cuento. Él todavía sigue enamorado de ti. Hasta salió con una chica que se te parecía en los gustos.
- Eso ya es exagerado.
- Lo sé. Bueno... Hoy la camarera del bar le ha dejado su número. Mañana han quedado para conocerse y tal...
- ¡Oh! ¡Eso está genial! Espero que todo salga bien. -Cam notó que mientras Helen dijo eso, sonreía. Estaba contenta de que Caleb fuera feliz.
- ¡Yo también lo espero! Oye... Caleb me dijo que... bueno... que a ti... ya te gusta otro chico. Y ese chico... pues verás, dice que soy yo.
- ¿Cómo? Jajajajajaja este chico necesita ayuda rápida. Además, ya no estamos saliendo así que... no es de su incumbéncia quién me guste o me deje de gustar. ¿No crees?
- O sea. No te gusto, ¿no?
- Ya te expliqué que por un tiempo necesito estar out de chicos.
- Ah. Está bien. Bueno Hel, te tengo que dejar. Estamos en medio de una partida de FIFA. Luego hablamos, ¡besos!
- ¡Pasarlo bien! ¡Besos!
Cam colgó el teléfono. Subió las escaleras y picó a la puerta. ¡Ahora voy! se escuchó desde dentro del piso.
Durante el partido, Cam estuvo pensando en lo que le había dicho Helen. Le costaba concentrarse. Pensó en lo que dijo de que quería estar out de chicos por un tiempo. ¿Cuánto sería ese tiempo? Pues la verdad es que, desde antes de que Caleb y ella salieran, se había fijado en la chica. Pero como sabía que Caleb estaba locamente enamorado, siempre lo había ocultado porque eran grandes amigos, mejores amigos, y no quería que esa amistad se estropeara por una chica.
Durante la relación Helen-Caleb, Cam siempre se metía, cariñosamente, con ella. Le decía que ahora que salía con Caleb, le caía más mal. Pero él sabía que no era así. Realmente le gustaba Helen.
Helen, después de que Cam colgara el teléfono se tiró al sofá ¿por qué habré dicho eso? pensó. En realidad ella no quería estar out de chicos. Y la verdad es que Cam le empezaba a parecer un chico que tenía algo que lo hacía especial, diferente a los demás. Se extrañó de sus propios pensamientos, cojió un libro y empezó a leer, pero le costaba concentrarse. ¿Y si realmente le gustaba Cam pero todavía no se había dado cuenta? Después de reflexionar sobre el tema cojió el portátil blanco de su mesita de noche y empezó la tercera temporada de Teen Wolf, necesitaba saber quien mató a Erica y Boyd, dos de los personajes de la série.