Quince minutos después del mensaje de Cam dirijido a su mejor amigo, se encontraron en Jessie's, el bar de siempre.
- ¡Buenas! -dijo Caleb levantando la mano para que Cam lo viese.
- ¡Hola! Ven a sentarte. -le ofreció un asiento a su lado- ¿Como andas?
- Voy haciendo. Ni bien ni mal.
Una joven camarera se acercó a los chicos y les tomó nota. Cam pidió una Fanta y Caleb una Coca-Cola Light.
- ¿Light? ¿Acaso estás a dieta? -bromeó Cam- Bueno, cuéntame. ¿Como van las cosas con Helen?
- Bueno... Ella quiere mantener una relación de amigos. Pero yo no puedo, ¿sabes lo difícil que es pensar que la chica a la cual amas está con otro?
- Lo entiendo. Sé que es difícil. Pero la tienes que olvidar. Haz ver que volvemos unos meses antes, cuando eráis amigos y ya.
- Pero yo no puedo.
Una lágrima cayó por la cara de Caleb y fue a parar a la servilleta. En ese momento apareció la camarera con las bebidas.
- ¿Comeréis algo?
Caleb pidió una hamburguesa de queso y Cam, otra. Eran muy parecidos en gustos.
- ¡Anda! ¿Qué es ese papel debajo del vaso? -dijo Cam fijándose en la Coca-Cola Light.
- Un número, el de la camarera, supongo. No lo voy a guardar.
- ¡Venga tío! Aprovecha, hombre. Es guapa y parece que le gustas un montón. -miró a la joven camarera que le guiñó el ojo a Caleb.- Hazme caso por una vez.
Caleb bufó y giró los ojos en blanco.
- Está bien, amigo, lo hago por ti.
En ese momento llegó un camarero, unos 30 años mayor que la camarera, con cara de pocos amigos. Traía las dos hamburguesas.
- ¡Oiga! ¿Como se llama su compañera? -preguntó Caleb.
Cam le guiñó el ojo y lo miró con su cara de bien hecho, amigo. Caleb le devolvió la mirada con una sonrisa.
- Mi compañera es MI hija. -remarcando el mi.
- ¡Oh! Perdone, no lo sabía. Lo siento. Perdóneme, de verdad. -dijo el chico sonrojándose.- Verá... Ella me dio su número y pensé que...
- ¡Pues no pienses tanto, cómete la hamburguesa y vete! -dijó iéndose.
Cam no pudo evitar soltar una risita, que lo hacía muy adorable. Segundos después notó una patada por abajo de la mesa. Hizo cara de ¡ay! y calló.
- Volviendo al tema de antes... -dijo Cam con la hamburguesa en la boca.- ¿A ella cómo la ves?
- Feliz.
- Está bien. Me refería que cuando habla contigo, ¿cómo se comporta?
- Pues como siempre. Alegre. Siendo la chica perfecta que es.
- No te voy a decir que no es guapa, pero no te pases.
- Para mí lo es.
- No, Caleb. Lo E-RA. Ahora ya no. Debes olvidarla. Ya te lo he dicho.
Antes de que Caleb puediera decir nada, apareció la joven camarera en la mesa de los chicos. Era rubia y no muy alta.
- Hola... Perdona el comportamiento de mi padre. No se lo tengas en cuenta, hoy ha tenido un mal día y...
- No te preocupes -dijo cortándola.- Yo también he tenido un mal día... Bueno, un mal mes. Por cierto: Caleb, encantado.
- Anne, ¡el placer es mío! -le acercó la mano para dársela. En vez de eso, Caleb la cojió y la besó. La chica se sonrojó.- Bueno, yo me tendría que ir iendo a preparar más hambuerguesas. ¿Te parece bien si te vienes mañana y hablamos de tu horrible mes?
- ¡Claro! Será un placer, señorita.
Los chicos acabaron las hamburguesas discutiendo sobre quién era más ligón. Cuándo salían del bar empezó a llover. Se fueron corriendo para el portal de casa de Caleb.
- Por cierto -dijo Cam- ¿Antes has mencionado que Helen ahora tiene novio?
- No lo sé. Pero creo que le gusta otro. Y creo que ese otro eres tú.
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La Ex De Mi Mejor Amigo
Ficção Adolescente¿Escuchar el corazón o conservar una amistad?