¿Rojos? ¿Mis ojos son rojos?

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Un mal sueño ocasionó que me levantara a mitad de la noche sobresaltada. Trate de volverme a dormir  pero al ver que no lo estaba logrando, bajé a la cocina por un vaso de agua.
En la sala me encontré a Christina acostada en el sillón, le susurré que si quería dormir más cómoda podía ir a mi cuarto. Tardó en procesar lo que le dije y ya después se fue a mi cuarto.
No podía conciliar el sueño así que decidí salir al patio a tomar un poco de aire, no sin antes tomar el ukulele que Daniel dejó en el estudio, mi teléfono, una libreta y algo para anotar.
El único instrumento que se tocar es el piano y se podría decir que sé tocar la guitarra (aún recuerdo los acordes de 'Can't help falling in love with you') pero de ahí en fuera, no se tocar ningún otro instrumento.
Tocar el ukulele no debe de ser tan difícil. Me puse a buscar tutoriales para principiantes y en 30 minutos ya sabía los acordes y tocar 2 canciones completas. En la libreta empecé a escribir palabras que se venían a mi mente, pero todas al final de cuentas se relacionaban con Daniel. ¿Cómo es posible que el muchacho que fue mi mejor amigo desde que uso pañales me esté gustando? Me frustra el pensar en eso porque son muchas emociones y, al ser muchas emociones, mis ojos comienzan a arder muy feo.

Veo que el reloj marca las 2:45, así que me decido por volver a intentar dormirme.

—¿Qué haces a las 2:45 en el patio?—me asustó Jack. Aún seguía algo adormilado, se notaba en su voz y caminar.
—No podía dormir, tuve una pesadilla. A parte, las ideas fluyen mejor de madrugada.—dije mientras hacía bailar la libreta y el ukulele.
—¿Escribes canciones?—soltó como niño chiquito mientras se dirigía  hacia mi—¿tocas el ukulele?
—Apenas comencé a componer y sobre el ukulele, aprendí hace como una hora. Prometo mañana tocarles 'Andar conmigo'. Ahora, es muy noche y tenemos cosas qué hacer en cuanto salga el sol.
—Bueno, pero quiero escuchar esa canción que estás componiendo cuando esté lista.
—Okay. Andando, Noodles.—y al subir las escaleras, cada quien tomó su rumbo.

20:00

—¿Que hiciste qué?—escupió Zach parte de su burrito.
—Estas loca de remate, Gianna—rió Jonah sin creer lo que les acababa de decir.
—Yo opino que fue una idea alocada, pero vamos, estamos hablando de Gianna Salaz. Todo se puede esperar de esta chica.—añadió Corbyn—Me parece una gran idea.
—¿Se dan cuenta de que casi nunca apoyan mis decisiones?—bufé muy molesta—Quien siempre me apoya es Corbyn.
—Ámbar.—harmonizó Daniel.
—Estoy al tanto de mis ojos, gracias, Seavey.—solté aún más molesta—¿Qué tiene de malo que me haya inscrito en la preparatoria? Necesito conocer a gente, necesito conocer el mundo. Además, son solamente dos años los que estaré ahí. Me hicieron válidos los cursos que tomé en línea. Necesito vivir mi vida, muchachos, una vida normal.
—Sabes que tu vida no es normal, Gigi.—argumentó Jonah.
—Me vuelves a interrumpir y amaneces en la alberca, Marais.—dije amenazante—Okay, mi vida no es "normal" como ustedes dicen. ¿Saben por qué no lo ha sido?—todos esperaban mi respuesta, pero no de la manera en la que la dije—¡Porque me sobre protegen demasiado, carajo!
Todos se quedaron atónitos por mi reacción. No quería convivir con ellos por un rato, así que salí de la casa, tomé el transporte público y me dirigí al hospital. Ya saben, en donde atendieron a los señores Presley.

Al llegar al ER, saludé a las recepcionistas—estaban en turno las mismas recepcionistas que cuando vine con Los Presley— y pregunté por la Dra. Hargreeves. Me dijeron que estaba en el apartado 3 haciendo suturas, así que me dirigí a con ella porque necesitaba a alguien con quién hablar.

—Toc-toc, ¿se puede?
—¡Deka, qué milagro! Te abrazaría pero necesito suturar.
—No se preocupe—reí y me puse a ver el procedimiento—Pareciera como si se hubiese cortado con un cuchillo carnicero.
—Le dije que engrapara pero no me hizo caso.—rió el paciente de unos 56 años.
—Las suturas en este caso son mejores, Sr. Gauss. Su herida es algo profunda y, con las grapas, solo se cerraría la capa exterior. Por dentro todo seguiría vivo y eso podría ser causante de infecciones.
—Es lo mismo que me dijo la doctora.—volvió a reír el paciente.
—En efecto, Deka. ¿Sabes qué tipo de sutura se debe hacer en estos casos?
—Sutura intradérmica contínua. Son perfectas para heridas largas y rectilíneas sin tensión.—respondí sin más.
—Es usted muy brillante, señorita. ¿Ha pensado estudiar medicina?
—Gracias, Sr. Gauss. Y no, nunca me lo he planteado. En mis planes siempre ha estado estudiar algo relativo a las artes. Soy fotógrafa y toco el piano.
—Deka, hazme un favor y trae unos cuantos apósitos.
—Claro, Doctora.—me paré de la pequeña silla y me dirigí al carrito de los materiales de curación.
—Tanto tiempo sin verte, chica.
—Hola, gemelo del Dr. Karev. Es un placer volverte a ver.—dije sarcástica mientras tomaba el pedido de la Dr. Hargreeves.
—Dr. Newman, por favor. ¿Qué te trae por aquí?
—Apósitos.—y le mostré el material—para la Dra. Hargreeves. Nos vemos, gemelo de Karev.
—Dr. Newman—se quejó en voz alta el castaño malhumorado.
—Veo que te encontraste a Wesley.
—No cambia ese tipo.—reí—Dra. ¿Cree que pueda hablar con usted en algún momento de la noche?
—Dentro de una hora tomaré mi descanso para cenar. Si gustas esperar hasta entonces, con gusto hablaré contigo. Ve con Wesley—el médico malhumorado escuchó y volteó a vernos—va a realizar una colonoscopia dentro de unos minutos, puedes ver desde la galería. Wesley, Deka te verá operar desde la galería, acompáñala. Y deja tu malhumor de lado.
—Vamos, chica.—dijo sin más Wesley y nos dirigimos a la galería.

Una colonoscopia después.

¿Por qué tan sonrientes?
—Salvamos una vida.—respondí feliz y haciendo mi baile de la victoria.
—¿Salvamos? ¿Operaste tú también, Deka?
—Sostuvo las pinzas porque la interna se desmayó y también detectó una hemorragia. Perdón por comportarme como un idiota, creí que solo jugabas al doctor.
—Sin rencores, Dr. Newman. Ahora, mientras ustedes comen yo les cuento mi pesar.
—Adelante.—dijo el ojiverde mientras se metía una papa frita en la boca.
—Okay, yo antes hacía escuela en línea y por esa razón no tengo muchos amigos. Mi círculo de amistad lo constituyen 5 personas, todos hombres. Aparte de que son mis amigos, vivo con ellos y, no me malinterpreten, amo a esos chicos ya que son como mis hermanos...
—Pero... Siempre hay un pero—interrumpió la Dra. Hargreeves.
—Ahora que quiero conocer a más gente, ellos no quieren. Y antes de otra cosa, sí, no vivo con mis padres. Larga historia. El caso aquí es que me inscribí a la preparatoria y solo uno de ellos me apoya. Me sobre protegen demasiado, no entienden que ya no tengo 14.—di un largo suspiro—Y como si eso fuera malo, creo que me está empezando a gustar quien fue mi mejor amigo desde la infancia.
—¿Por qué no te cambias de casa? Ya sabes lo que dicen: tu casa, tus reglas.
—No es tan fácil, Wesley. Si tuviera mi trabajo no dudes que lo haría, pero ya tiene tiempo que dejé de trabajar; solía tomar fotos para la agencia que está por Melrose.
—¿Trabajabas para Harold Deen?—preguntaron al unísono atónitos.
—Ese señor es como el mismo diablo.—soltó Wesley.
—Uno de los residentes es su sobrino y digamos que no le echa flores a su tío.—en eso, mi celular empezó a sonar—¿Quién es, Deka?
—Uno de los chicos. No contestaré, necesito descansar de ellos. Oigan, ¿soy yo? o el muffin sabe raro.—Wesley tomó un pedazo y lo comenzó a saborear.
—Eres tu. El muffin sabe bien.
—Regresando a lo tuyo—interrumpió la Dra—Entiendo que los chicos quieran protegerte porque ellos te ven como su hermanita, pero debes de ponerles ciertos límites también. Deben de respetar las decisiones que tomes ya que, al final del día, a ti te beneficiarán. Y sobre el muchacho, ¿Qué tiene de malo? Yo opino que es bueno que le digas lo que sientes.
—Lo haré. No hoy, ni mañana ni pasado, pero algún día lo haré. ¿Creen que pueda dormir en alguno de los cuartos de descanso? No me molesta dormir en una camilla tampoco.Mientras no me estén abriendo, todo está bien. Solo hoy no quiero pasar la noche en casa.
—Te llevaré a uno de los cuartos.—respondió alegre la Doctora.
—Gracias, Dra. Hargreeves.
—Dime, Olivia. Dejemos un poco de lado la formalidad.—sugirió mientras me guiñaba un ojo y me encaminaba al que sería mi cuarto el día de hoy.
—En ese caso, llámeme Gigi. Es el nombre de confianza.—después de decir eso, sentí como si la Revolución estuviera ocurriendo en mi estómago. Me empezaron a dar náuseas y me comenzó una punzada en la cíen horrible.
—Gigi, ¿por qué tus ojos son rojos? Tus ojos no eran rojos hace un momento.—preguntó exaltada Olivia. ¿Rojos? ¿Mis ojos son rojos?









Yo opino que el inicio del capítulo es una kk🤠😂
Sorry por la demora:p
Estoy {tratando} de repasar los temas que veo en clase para no reprobar este parcial y eso consume mi tempo:(
 
Pregunta del día: ¿Alguna vez han reprobado una materia? Yo sí:( este parcial reprobé cálculo y mi módulo 😂💔
See ya 7u7 ♥️

—MxrCv

Colors;; Daniel SeaveyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora