VI. Revelaciónes

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- Stella -

Pensamos que se había marchado... Pero no era así, el hombre empezó a gritar el nombre de alguien dentro de la carpa.

• 19 Diciembre 1998 •

Esta noche había sido posiblemente la más fría de mi vida, mi parque estaba casi vacío y las personas que estaban en su mayoría eran empleados.

Caminaba por el bosque para fumar cuando vi a aquel joven cubierto de sangre y hojas pegadas a su cuerpo por estarse arrastrando, lo cargué y lo llevé hacia el baño para limpiarle la sangre, fuí a buscar toallas a la carpa principal.

Ahí estaba mi esposa, tan reluciente, tan hermosa... La madre de mis dos hijas: Karla y Karen. Me sentí mareado sin razón alguna, tal vez por el olor a sangre y sin oportunidad de sostenerme me desplomé frente a ella.

Cuando desperté mi vista borrosa vio el chico, que ya no tenía ninguna herida y con sangre en su boca, en un pestañeo ya se había ido. Frente a mi, estaba el cuerpo pálido de mi esposa sin vida. Las lágrimas brotaron por mis mejillas, mi corazón estaba totalmente destrozado al pensar en todos los recuerdos hermosos que nunca más se iban a repetir, sentí toda mi vida caer junto con la sangre de sus heridas crueles, no hice más que caer en llantos sobre ella.

• Hoy •

Emily... Era el nombre que aquel hombre dolorosamente decía, aun estaba abrazado a Aarón cuando en verdad vimos al hombre irse.

- Me busca a mí -. Dijo Aarón seriamente

- ¿Por qué? -. Dije nerviosa.

- En verdad quisiera decirte, pero solo te pondrá en peligro y te hará desconfiar de mi -

- Lamentablemente ya hiciste que desconfiara -. Fuí a la escalera y bajé lo más rápido que pude, solo miré al desolado chico desde la lejanía cuando casi llegaba a casa.

- Zack -

La biblioteca de la escuela también funcionaba como biblioteca pública, además había llamado a mamá para quedarme haciendo "tareas" pero en realidad sólo quería saber por qué el nerviosismo de Will que aún estaba afuera tomando aire y no entendía por qué la preocupación tan intensa.

Will entró en la biblioteca que estaba helada y el aire era difícil de respirar, se sentó frente a nosotros y suspiró al decir:

- Todos corremos peligro -

- ¿De qué? -. Dijo tara uniéndose al diálogo.

- Del asesino del parque Buddworth -. Suspiró y siguió hablando.

- En la fuga del Saint Louis, se escaparon 9 personas, entre ellas el Señor Buddworth quién había sido internado por culpar a un "vampiro" por la muerte de su esposa por 17 días y luego empezar a hablar con su esposa muerta. Lo aterrador fué que se encontraron todos muertos en un hospital abandonado, excepto el señor Buddworth. Lo dejaron de buscar en 2002 cuando cerraron el Saint Louis por tratamiento severo contra los pacientes -

No tenía palabra alguna que decir, solo sentía nauseas al pensar que algo así podría ocurrir en este santuario de California.

STELLA © (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora