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Presente: estamos vivos.
Parte 1.

No sabían si seguir vivos, en este momento, era un privilegio o un castigo. Vivir tiene como consecuencia constantemente poseer el miedo a la posibilidad de convertirse en uno de los muertos vivientes.

-Evalyn... -susurraron en su oído.

La rubia abrió sus ojos y se encontró con el rostro de Gwen a tan solo centrímetros de su cara, quien la miraba serenamente. Frunció el ceño y se estiró, tratando de descontracturarse.

-¿He dormido demasiado? ¿Quieres que intercambiemos lugares? -preguntó Evalyn, sentándose en el sillón de la cabaña que habían encontrado y despejado en el medio del bosque, en el que había estado dormida.

Todavía había luz fuera, lo que indicaba que era de día. Gwen, durante una hora y media, estuvo en estado de vigilia para proteger el perímetro, y que ningún ente indeseado pueda irrumpir en el lugar.
Gwen negó con la cabeza y sonrió.

-Hay dos hombres a algunos metros de la cabaña. Al principio he pensado que quizás eran muertos, y los he seguido -trató de explicar mientras se acomodaba su pantalón militar y su musculosa blanca ceñida a su torso.- Creo que podrían funcionar para la comunidad, ¿qué dices?

-Yo digo que esa remera te queda espectacular, ¿no traes sostén?

Gwen borró todo rastro de empatía de su rostro.

No era ajena a los comentarios de esa índole provenientes de su compañera de rondas, ni tampoco le molestaban en lo más mínimo

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No era ajena a los comentarios de esa índole provenientes de su compañera de rondas, ni tampoco le molestaban en lo más mínimo.

Cada vez que la morocha intentaba hablar sobre integrar nuevas personas a la comunidad a la que pertenecían, Evalyn se las empeñaba para cambiar de tema con algún cumplido o comentario sobre Gwen. No la culpaba por no confiar en extraños, ya que su experiencia con ellos no había sido del todo grata.

La primera vez que Evalyn había decidido llevar a la comunidad nuevos integrantes, terminaron matando a cinco personas. Una de ellas, muy cercana a la rubia.

Unas semanas más tarde, Evalyn y su grupo de rondas se habían topado con Gwen, pero ésta no estaba en buen estado, por lo que acordaron en refugiarla. Por supuesto, Evalyn la estuvo vigilando y persiguiendo por casi dos meses.

Luego de básicamente acosarla y privarla de espacio personal, Evalyn aprendió que Gwen no significaba ninguna amenaza para la comunidad, y que, en realidad, estaba colaborando con la defensa del espacio.

MUERTE INMINENTE. [Zodiaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora