Esta leyenda comienza durante las batallas de los Murakashi contra el pueblo bárbaro de Ivysklar, en medio de estas batallas después de un pequeño armisticio para recuperar fuerzas el emperador Yamato vestía su ropa de shogun. Rápidamente entraba su hermana corriendo a la sala encontrándolo vestido con el propio traje.-¿Hermano estás seguro de luchar contra ellos? son muchos más que nosotros además necesitaremos un milagro del cielo para vencerlos-.El emperador se quitó la mascara mirando a los ojos a su hermana-.Tranquila aun no han probado a mis queridos cuervos te prometo que les ganaremos.- Este acarició a cara de su hermana con su mano sonriendole mientras esta dejaba caer algunas lagrimas. -No te preocupes, tu solo observa-.Unas horas más tarde el emperador había totalmente aniquilado al ejército enemigo y fuera de la cabaña se veía un vasto infierno lleno de cuervos que devoraban los pedazos que quedaban de lo que antes era llamado un bárbaro Ivyskaliano, además de un cielo completamente nublado.-¿Ves mi querida hermana ? Tal y como te lo he dicho podíamos ganar-. A lo lejos se escuchaba un rugido muy poderoso, mientras los soldados heridos eran tratados. Segundos después un gigantesco dragón se posó sobre el cielo encima de todo el campamento militar de los Murakashi comenzando a escupir un aliento oscuro que al entrar al contacto con los soldados estos se evaporaban.-¿¡Qué demonios está pasando!?, ¿¡ Eso es un dragón Alfa!?-. El gigantesco dragón aterrizó en el suelo y comenzó a dar coletazos mientras soltaba su aliento negro que poco a poco estaba extinguiendo el ejército que aun quedaba ahí. Las armas de los soldados no le hacían nada y los cuervos apenas le molestaban. En cierto todo el ejército se dio cuenta que no podía hacer nada contra este y comenzaron a huir intentando salvar las máximas vidas posibles, mientras el emperador intentaba despistarlo para que no consiguiera matar al resto de soldados mientras estos eran evacuados, aunque de poco sirvió pues de un fuerte coletazo envió a este a una gran altura cayendo al suelo formando un gran estruendo. Su hermana que estaba cerca con el escuadrón médico ayudando corrió en su ayuda, al verlo con su máscara destrozada y con una cara igual o más destrozada que la propia se asustó. Puso a su hermano sentado.-Yamato, tranquilo solo nos retiraremos por favor aguanta.- Este con mucha dificultad se acercó un poco a su hermana y esta que agarraba el torso del joven notaba sus costillas destrozadas, algunas incluso perforaban la carne ,sobresalían entre la sangre y el traje ya destrozado.- Querida Yumeko, tu misma sabes que no voy a poder salir de esta.-Tosió.-Necesito que ahora te encargues tu del reino por favor, es lo único que te pido en este momento de debilidad.-La chica respondió.-No te atrevas a abandonarme, por favor no lo hagas yo sola no puedo...-comenzó a llorar.-¡No te atrevas!-Él sonrió por última vez con deseos de acariciar a su hermana por última vez, al hacerlo manchó la cara de esta con su propia sangre y finalmente sucumbió a la muerte, solo se escuchó un fuerte llanto que provenía de la nueva emperatriz. Entonces esta limpiándose las lágrimas de la cara, dejó el cuerpo de su hermano en el suelo y vio como el dragón seguía segando vidas. Ella a paso firme comenzó a caminar hacia este, cuando este vio a la chica, comenzó a mirarla y de esta empezó a crecer una aura negra que cada vez se hacia más y más grande hasta alcanzar un tamaño equitativo al del dragón aún estando a una buena distancia del mismo. La aura se adquirió una apariencia algo más ''humana'' aunque en su cabeza portaba una máscara, esta era la misma que tenía el estandarte de los Murakashi, este gigante que salía de Yumeko portaba dos espadas proporcionales a su tamaño. Entonces el dragón intentó disparar su aliento hacia ella, aunque esta rápidamente lo esquivó sin mucha dificultad mientras el aura lo seguía, rápidamente corrió hasta ubicarse cerca del dragón cosa que lo enfureció y comenzó a dirigir ataques con la cola y su aliento hacia esta creando una gran humareda. Él animal pensando que había acabado con ella, pues ningún humano podría sobrevivir a tal fuerza, pero de nuevo cuando la humareda se hubo disipado, Yumeko estaba casi intacta excepto por un pequeño corte en su frente del cual comenzó a brotar sangre. Sus ojos se volvieron completamente negros, ella se agachó mientras manchaba una mano en la sangre, y con esta sobre la arena comenzó a trazar un símbolo extraño. El dragón asombrado comenzó a correr pues sabía que no se salvaría de ella. Del símbolo brotó una lanza de hierro, en cuya punta había una hoja arcana. La chica agarró esta y se posicionó para el lanzamiento mientras su gigante repetía la acción, segundos más tarde y a la vez los dos lanzaron sus respectivas lanzas. Siguiendo el trazado de las nubes hacía el dragón que se movía llegó primeramente la del gigante dejando paralizado al dragón, más tarde abriendo el cielo dejándolo completamente despejado por la potencia y velocidad que esta tenía llegó la de la chica que golpeó al dragón atravesando el corazón de este. El dragón comenzó a descender y quedó inerte en el suelo con un fuerte estruendo. Mientras Yumeko volvió a introducir el aura gigantesca en su propio cuerpo y sin nisiquiera ver si el dragón había sobrevivido, agarró el cuerpo de su hermano. Ella sola lo llevó hasta la capital donde se le dio un entierro digno, horas mas tarde del entierro llegó un carro con el cuerpo del dragón del cual no encontraron la lanza. Con los huesos de este se irguió un trono que a día de hoy aun es el que usa el emperador o la emperatriz, con los huesos de este se crearon diferentes armas y lo que sobró del mismo se llevó para investigar la composición del mismo. Finalmente la emperatriz Yumeko Murakashi I falleció el año 189 del calendario Kirumniense.
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Kirum, leyendas, héroes y criaturas del continente.
FantasySerá un pequeño recopilatorio de leyendas del continente Kirum ideado por mi mismo. Podremos ver un pequeño recogido de batallas, criaturas, héroes y leyendas del mismo.