3- Alguien y amistad.

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Segundo día de colegio.

Otra vez la rutina de siempre, ir en el autobús escuchando música, llegar a clase y sentarte la última...

Y sola.

Hoy, pasó algo diferente a lo que estoy acostumbrada en mis rutinas, diez minutos después de que empezara la clase, alguien llamó a la puerta, dirigí la mirada por curiosidad, pensando que sería la secretaria o la directora deseándonos un buen curso. Pero, negando mis pensamientos, aparece una chica un tanto... extravagante. Se la veía un poco extraña pero aún así era muy guapa. Se presentó y seguidamente se sentó con el grupo de las pijas, pero veo que dirige su mirada hacia mi sitio y le susurra algo a la que parecía "reina de las idiotas", la cual se ríe y me mira. Sabía que estaban hablando de mi, por lo que dirigí mi mirada hacia otro sitio mientras sonreía tristemente. Estuve toda la clase muy concentrada, pero al final de la clase, para relajarnos un poco, la profesora nos dije que contáramos nuestro verano y ahí me des concentré y comencé a dibujar en mi cuaderno. Estaba tan distraída que cuando me llamaron dije "si"sin saber que decía y toda la clase comenzó a reírse de mi.
Para mi suerte, sonó el timbre que avisa que llega el descanso.

Estaba recogiendo mis cosas para marcharme de clase, cuando note una sombra a mi izquierda. Levanto la vista y observo que la persona que tenía al lado era la nueva. Se llamaba Adele, ¿no?

-Hola - me dice ella.

-Hola - le contesto con una sonrisa, vuelvo a dirigir mi mirada hacia mis cosas y continuo recogiendo mis cosas, cuando noto que se queda mirando el libro que me estoy leyendo.

-¿Estas leyendo Cumbres Borrascosas? ¿En serio? ¿Te gustan los clásicos? - me pregunta emocionada.

-Naturalmente, ¿a quién no? - le pregunto mirándola obvia.

-A las estúpidas con las que me he sentado antes. - dice con asco - Me llamo Adele y tu Noa, ¿verdad?

-Si, ¿quieres sentarte conmigo en el descanso? - nada más decir esto me doy una palmada mentalmente, ¿tan rápido voy?

-Claro - me contesta ella sonriéndome y agarrándome del brazo. A lo mejor las dos vamos muy rápido. Pero no me importa.

Hemos estado hablando todo el descanso sobre nosotras y como se los ha planteado la vida hasta el momento. Durante estas charlas he podido observar que somos muy iguales, casi podríamos ser hermanas.

No me lo puedo creer, por fin tengo una amiga, una AMIGA. No se si reír, gritar, saltar...

Llego a casa y le cuento a mi madre todo, con todos los detalles... Estoy muy feliz. Por fin en mi vida aparece una sonrisa en mi rostro.

Ella es Adele, tiene la misma edad que yo y tenemos casi los mismos gustos, ella es mi casi mitad y en mi vida he estado tan feliz. Doy gracias al destino por juntarnos en aquella estúpida, pero obligatoria, clase.

CAPITULO EDITADO

Diario de una adolescente incomprendida |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora