Capítulo 3

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Capítulo tres

Elián me asignó una habitación próxima a la suya, realmente es una persona muy agradable me pregunto ¿Por qué la Diosa habrá hecho que fuera su pareja destinada? ¿Es acaso una señal de que debo quedarme?

-Rahzel-la voz de Honey a mis espaldas me sacó de mis cavilaciones- necesito que vengas conmigo.

-¿Descubriste algo interesante?-cuestioné al tiempo que lo seguía.

-Ya verás-se limitó a decir.

Salimos de la casa hasta llegar a lo que parecía ser un campo de entrenamiento, es muy similar al que tienen las brujas, salvo que en este había lobos de distintos tamaños practicando técnicas básicas de lucha cuerpo a cuerpo, una sonrisa divertida cruzó por mi rostro, me gustaría volver a las prácticas.

Ignorando inconscientemente a Honey recorrí aquel campo a paso lento, tenía una sensación extraña recorriendo mi cuerpo, el olor a bosque y tierra en el ambiente era nostálgico, la forma en la que ellos se movían esa fluidez y habilidad, definitivamente quiero entrenar otra vez.

Como era de esperarse mi presencia no pasó desapercibida, varios miembros de la manada estaban observando con atención cada uno de mis movimientos, Elián aún no ha podido decirles nada sobre mi presencia aquí tengo entendido que la fiesta en honor a la diosa es en un par de días, por lo que sería buen momento de anunciar que soy su pareja, eso será suficiente para calmar a todo el mundo y dejar que nos preparemos para la batalla. Dado que las lunas de las manadas también se encargan de esos aspectos junto al alfa, teniendo carta libre para moverme a gusto por la manada en lo que Elián se encarga de informar sobre mí al hechicero y otros miembros importantes, decidí quedarme aquí.

-Disculpa-dijo una voz muy peculiar a mis espaldas.

Al voltear me tope con un joven lobo de cabellos largos de un rubio oscuro, ojos castaños y piel trigueña, clara señal del tiempo que debe pasar bajo el sol en los entrenamientos. Me bastó solo verlo para saber que él es uno de mis guerreros.

-¿Quién eres?-cuestionó algo impaciente.

-Perdona, estaba admirando el entrenamiento-dije en un tono tranquilo- mi nombre es Rahzel, por si te lo preguntas tengo permiso de estar aquí.

-¿Es así?-asentí inmediatamente- en ese caso, mucho gusto Rahzel mi nombre es Milos-tendió su mano amigablemente que no dude en tomar.

El contacto me lo confirmó de inmediato, este lobo es sin duda uno de los guerreros que la diosa me asignó para esta misión, su mano es cálida pero no de la misma forma que lo es Elián supongo que esta es la gran diferencia entre la unión de una pareja destinada y cualquier otra persona.

-¿Crees que pueda unirme al entrenamiento?-cuestioné de pronto, ganándome una mirada curiosa de su parte- Van a seguir con el enfrentamiento cuerpo a cuerpo en su forma humana, ¿Cierto?

La curiosidad y el asombro se vieron reflejados en su rostro, pero no pareció querer negarse, sino todo lo contrario.

-Claro que puedes unirte, con gusto seré tu compañero-dijo con una linda sonrisa en el rostro.

Le devolví la sonrisa, esta es la mejor forma que tengo de probar al guerrero y de compartir entrenamiento a la vez.

Le devolví la sonrisa, esta es la mejor forma que tengo de probar al guerrero y de compartir entrenamiento a la vez

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Los Lobos de la PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora