Se sentía solo.
El saber que la soledad lo invadía en ese momento y el ser consciente de que nadie en ese momento estaria junto a el, le provocaba un gran dolor en el pecho. Sus padres no le brindaban la atención que el solo necesitaba por un momento, sus amigos siempre se hallaban de fiesta y aunque él era algo parecido a ellos en eso, ese dia le urgía salir con alguien al cine, pero cada uno de ellos le rechazó tal invitación.
En ese momento fue cuando Tony se dio cuenta de que todas esas personas que se encontraban en su alrededor, realmente demostraban quienes eran sin que el se diera cuenta.
"Personas egoístas que solo buscan atención."
Mencionó a sí mismo, mientras pisaba furiosamente un charco de agua, bajo la suave llovizna de la noche de invierno. A metros de se hallaba su destino, el viejo e inigualable cine, donde siempre iba acompañado de alguna persona, pero esta vez no de la misma manera. Dudó por largos segundos el ir allí, o volver a su hogar, pensando que era una tonta idea, para solo escabullirse entre sus sábanas e intentar ignorar la actitud de las personas.
Algo inseguro, zigzagueo hacia la pequeña cabina llamativa donde pocas parejas compraban sus boletos para disfrutar de una dulce noche romántica de películas, conllevada por la lluvia.
Bufó al ver estas, y maldijo por su adentro al ya encontrarse a la fila. Sin captarlo, minutos después, una voz lo sacó de su trance.
"¿Dos entradas, joven?"
Preguntó el longevo frente a él.
"¡Que verguenza!"
Pensó, pero aún así, contestó.
"Una, solo una."
El anciano asintió con pena al ver como Tony se hallaba con los pómulos coloridos en un rosa fuerte. Al ya obtener su querida entrada junto a su pote de palomitas, caminó a la sala asignada con temor.
Visó el número que relucía pegado en la pared, en el oscuro pasillo con sus anticuadas alfombras en el suelo.
Corrió hacia dentro de esta tomando un asiento alejado de las pocas personas que se hallaban allí, y para su mala suerte, acompañadas.
Realmente se sintió intimidado al sentir sus miradas.
Resoplando, colocó su bebida en el pequeño hueco de su costado que se amoldaba a ella. Nuevamento, contempló la sombría sala sintiendo un escalofrío en su ser, dándole frío en sus manos, algo evidente para estar en pleno invierno.
"¿Acaso no hay calefacción? Carajo."
Pensó mientras accionaba a sus manos a sobarse.
Su vista se plantó en la gran pantalla luminosa al momento de encenderse y dejar salir el fuerte volumen de las publicidades antes de comenzar. Comenzó a tomar puñados de palomitas llevándoselos grotescamente hacia su boca, causando que en cayeran algunos.
La película comenzó a lo que gustosamente, agradeció a quien se dignó a reproducirla. Su mirada cada tanto caía sobre las parejas que apoyaban su cabeza sobre sus hombros y alguna que otra se hallaba compartiendo saliva.
Luego de unos quince minutos de mirada perdida sin prestar atención a la pantalla, sintiéndose solo, oyó como un hombre se disculpaba ante las parejas pasando frente a ellas, hacia su dirección. Rió por la acción de él y al verlo completamente sólo, recordando que el mismo se posicionaba de la misma manera.
El hombre caminó a Tony, por lo cual decidió disimular desviando su mirada al filme.
"¿Está ocupado?"
Preguntó éste, captando la atención del moreno.
"Eh...¡no!"
Contestó rápido, sintiéndose avergonzado.
El desconocido se sentó a su lado junto a un balde de palomitas, idéntico al de Stark. El nombrado subió sus piernas al asiento abrazandose a si mismo junto a su balde en su medio, sintiéndose más pequeño de lo normal.
Tony desvió su mirada al hombre de su costado, solo notando las puntas rubias de su cabello como también el costado de su tallado rostro, pareciendole un poco, o mejor dicho demasiado, atractivo. Éste comenzó a reír por la película a lo que el moreno fruncio su ceño.
"¿Este atractivo hombre vino solo? ¿Así es como realmente se siente alguien que se halla solo en el cine? ¿Riéndose y disfrutando?"
Razonó sin quitar la vista de su mandíbula marcada, mordiendo inconsciente su labio. El rostro del rubio giró a Stark, captando la acción del moreno, aceptando que se sonrió y sonrió a éste. Tony, por otra parte tembló sintiendo como su dignidad caía al suelo repentinamente.
"¿Tienes frío?"
Preguntó el rubio, sacando su gran saco y ofreciendo al contrario. Tony negó con timidez, pero aún así el otrl insistió con su mirada no quedando otra opción que colocar el abrigo sobre sus piernas dando un suave
"Gracias..."
Tony desvió su mirada y disfrutó del resto de la graciosa película sintiendose acompañado del bonito rubio de su lado, con el cual momento chocaban sus manos sin querer dejando salir lamentos y pequeñas risas.
Al terminar ésta, ambos hombres se miraron con alguna esperanza de algo, pero la gran timidez de ambos ganó, solo entregando un abrigo, agradeciendo y dando un pequeño saludo con la mirada.
Tony casi corrió hacia la salida, algo nervioso se dejó sobrellevar por sus sentimientos, el rencor y tristeza lo invadía por lo sucedido, sin dejar atras la vergüenza que sintió pero, al recordar a ese esbelto hombre, todo cambió. El se hallaba solo, y aún así disfrutó de su película, cambiando la perspectiva de Anthony.
Su cuerpo yacía parado, bajo la fuerte lluvia y sin dudarlo, sonrió con lágrimas en sus ojos.
El no debía depender de nadie para ir a algún lugar y ser felíz, debía buscar su propia comodidad y confianza para hacerlo, y gracias a un desconocido lo hizo.
Una vez más sonrió y sintió como cada gota fría caía sobre él, empapandolo y enfriando su cuerpo.
"¡Oye!"
Gritó una voz a metros de él provocando que girara su cuerpo, encontrándose al mismo rubio de la sala.
"¡Su balde de palomitas!"
Añadió con una sonrisa tímida. Tony corrió a él y tomo esta suavemente con una gran sonrisa al ver como sr hallaba éste.
"Está vacía..."
Murmuró Stark, algo confundido.
"Ah..." rascó su nuca, pensando. "Sólo quería saber tu nombre."
Confesó, dando una cálida sonrisa.
"Tony, Tony Stark. ¿Tú?"
Contestó anonadado en los llamativos ojos azules.
"Steve Rogers, un gusto."
Ofreció su mano, dando un suave saludo. Ambos se miraron sin saber que hacer, a lo que Steve nuevamente habló.
"¿Te acompaño?"
Preguntó algo introvertido, recibiendo la feliz respuesta del moreno.
"Claro, Steve."
Desde ese momento fue que Anthony Stark, realmente supo quién era un verdadero acompañante en su vida, brindando felicidad y amor.

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Super Parejas OS
RomanceAquí podrán encontrar One Shots de los principales Shipps de Marvel. Habrá fondue, lágrimas y alegría para todos 💞 - Thorki - Stony - Spideypool - T'Chucky (Winterpanther) - Starant - y etc! Contenido sexual y explícito.