Tanto la noche como el día tienen un horario fijo en nuestros relojes, ya sea invierno o verano, una persona mayor o un niño en época de crecimiento, lo que no es posible negar es que la noche es bastante oscura a comparación del día, en ella suceden cosas que pocos haríamos de día ya que esa sombra que cubre las acciones que realizamos nos hace sentir libres de cometer errores y travesuras.
Cuando se observa la noche por lo general es más fría que el día, pero no siempre es así, hay noches dónde se siente un cálido y abrazador calor que consigue que digamos: "Que calor hace".
Aunque haya muchas variantes de esta, hay una que ocurre cada mucho, una noche oscura como un lago sin la luz del sol, está noche se caracteriza por una capacidad dónde la mayoría de líquidos llegan a un estado de sólido en instantes.
Fue así como comenzó aquella noche fría y solitaria, dónde las copas de los árboles tenían gotas congeladas en sus ramas, se podía reflejar hasta el alma de quien se cruce por en frente y el color de las voces que se atrevían a manifestarse cerca de ellos
