Capitulo 2

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Emilio corría empujando a cualquiera que se pusiera en su camino mientra se reprendia por levantarse tarde, no sabía cómo había podido ser capaz de quedarse dormido el día mas importante de su vida.

Rogaba a los dioses por no perder el tren, cuando por fin vio el portal sabía lo que tenía que hacer,respiro hondo y corrió hacia la pared logrando por fin llegar a la plataforma 9¾.

-Pasajeros con destino a hogwarts, favor de abordar, el tren partirá en unos minutos- la voz resonaba en los parlante de la estación.

Tomó unos segundos para recuperarse de la carrera y apreciar todo lo que pasaba a su alrededor, cientos de jóvenes caminaban presurosos de abordar el tren, búhos sobre sus maletas y madres llorando la partida de sus hijos a los cuales no verían hasta dentro de 6 meses, emilio deseó que su padre estuviera ahí para darle un abrazo, ya sabía que el hombre nunca podría apreciar con sus propios ojos la magia del mundo, el  se encargaría de disfrutarla por los dos.

-Magnifico...¿verdad?- volteo a ver a la persona que le hablaba a su derecha.

-Sí, es...increíble- podría buscar en su cabeza pero nunca encontraría palabras adecuadas para lo que sentía.

-Soy anna, primer año y por lo que veo es tu primer año igual- la chica de cabellos azules extendió su mano para un formal saludo -y antes de que lo preguntes soy peli-azul natural- dijo la chica con una gran sonrisa a la cual el correspondió.

-Deberíamos de abordar- la chica asintió ante lo dicho por emilio y ambos fueron a la fila de abordaje, se sentía feliz de tener compañía, llevaba mucho tiempo estando solo y cada día la soledad era una peor amiga.

Joaquín podía ver su reflejo en la ventana del tren, mientras observaba todo lo que pasaba en la plataforma, un sentimiento al cual no era ajeno lo llenaba, al ver las grandes sonrisas de los padres, orgullosos de sus hijos, tristemente para él lo celos y la envidia eran viejos compañeros de viaje, era lo único que podía sentir al ver a todos sus futuros compañeros correr libres y felices por la estación entusiasmados por lo que vendría, mientras él se consumía en miedo dentro del tren, viajando al recuerdo de la época, donde el miedo no existía, cuando se ponía los trajes de su padre y jugaba a ser un importante mago, a derrotar villanos, donde fantasíaba con ser el mejor mago, uno de esos magos que cambiará la historia. Que lejano se sentía hoy de aquel valiente niño.

-Creo que en este hay lugar, emilio- la voz de una chica lo saco de sus pensamientos. -Hola podemos mi amigo y yo sentarnos contigo, todo el tren está lleno- joaquin solo asintió

-¿Tu amigo es invisible o algo así?- preguntó al ver que la chica se sentaba sola, no sería raro había conocido un par de personas invisibles en su vida incluso él algunas veces se sentía así.

-¿Que?...no para nada... solo fue a comprar algo- la chica sonrió hacia él -¿cómo te llamas? yo soy anna.

-Joaquín, un gusto anna- la chica estaba apunto de decir algo antes de verse interrumpida por el grito de un chico.

-NO LO VAS A CREER ANNA LA COMIDA VUELA...¡VUELA!

-Ya se emilio, no grites, espantaras a todo los búhos del tren

-Lo siento es solo que..vuela- joaquín sonrió ante la inocencia del chico, por sus ropas podía notar que era uno de esos magos de familias muggles, le pareció adorable lo sorprendido del rizado.

-Saluda a nuestro compañero de cabina... joaquin- emilio volteo a ver a donde señalaba anna y oficialmente ese era el dia de quedarse sin palabras.

Emilio juro que por primera vez en su vida, podría buscar en todos los diccionarios del mundo, de todos los mundos y nunca encontraría una palabra para describir al chico frente a él, sintió como si su alma dejaba su propio cuerpo solo para tratar de verlo más de cerca, los ojos cafés lo veían expectantes de que dijera algo, pero no podía,el que siempre había sido conocido por tener algo que decir se sentía desarmado ante esa mirada.

-Bondoni...hasta que te encuentro- un chico de cabellos blancos interrumpió el intercambio de miradas de los jóvenes, empujo un poco a emilio para poder dirigirse a joaquín - te guarde un lugar con nosotros, ven, están todos esperando-

-Claro...y-ya voy- joaquín se puso de pie y tomo su mochila negra en la que emilio pudo ver grabada un león -Hasta luego... los veo en el castillo-

Cuando joaquín dejó la cabina emilio pudo al fin respirar,el encanto de los ojos cafés al fin había liberado su alma y dejado que volviera a su cuerpo, triste de no poder ir con el.

-Wow!...qué fue eso, pensé que se besarian en cualquier momento...no que me moleste- anna soltó una ligera sonrisa -¿se conocían de antes?- emilio nego

-no...no para nada, ¿como dijiste que se llamaba?.

-Joaquín y por lo que dijo el chico que vino por él, es un Bondoni.

-¿Y eso que significa o que?- se sentía confundido ante el tono de admiración de anna

-Se me olvida que no vivías en el mundo mágico- anna se acomodo digna de una presentadora de programas de chismes antes de empezar - los bondoni son conocidos como los leones dorados, una dinastías familiar de gryffindors todos populares y fuertes magos, se dice que no hay nada en el mundo mágico que un bondoni no pueda hacer, su padre es un mago del ministerio muy conocido y su madre es la mejor en cuanto a pócimas se trata, no hay encanto que no pueda curar y su guapísimo hermano es un exitoso jugador de quidditch- asintió procesando todo lo dicho, es solo que para él, el león parecía más un gatito asustado. 

Espero y les guste, si hay algo que quieran aporta, están en liberta de hacerlo, hasta luego.
Probablemente corrija algunas cosas.

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