"Mini fic."
Un pequeño gatito que deambula por las calles frías, necesita de amor y cuidado. Pero cuidado, él no es solo un gatito...
Historia original
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El pequeño gatito estaba corriendo de un lado a otro, feliz de sentir calidez en sus patitas.
"¡Agradable!"
Ella solo miraba con una sonrisa en sus labios como el pequeño gatito corría feliz, tal vez había sido una muy buena idea en traerlo a casa, a pesar de que aún no tenía el permiso de sus padres. Pero estaba bien, ella no estaba haciendo nada malo, ella solo ayudaba a un pequeño indefenso.
─Pequeño, ¿tienes hambre? Estoy segura que sí ─ habló ella sin esperar respuesta alguna, el pequeño gatito se detuvo en seco al ver como ella se levantaba de su silla y salía de la habitación donde habían estado.
De nuevo empezó a correr de un lado a otro, usando sus pequeñas garitas para ayudarse a subir a lugares tan altos como el monte Everest, aunque se tratara de la cama.
La humana que lo recogió de la calle entró de nuevo a la habitación después de unos minutos, ella traía un pequeño tazón en una de sus manos y en la otra una taza de algo humeante.
─Ven aquí, calenté un poco de leche para ti pequeño ─
"¡No soy pequeño!" se dijo para su mismo, pero no le tomó más importancia al asunto al dar unas primeras lamidas a la leche. "¡Está tibia!"
Ella miraba como el pequeño gatito bebía la leche con rapidez.
─Tranquilo, aún hay más de donde salió esa ─ dijo, sonriendo por lo tierno que era el pequeño gatito. ─¿Tienes algún nombre? Es raro solo decirte pequeño, ¿qué tal si pienso en un nombre? ─ hablo ella mientras posaba su mejilla en su mano.
El pequeño gatito solo la miro por el rabillo del ojo por unos segundos para después seguir bebiendo su leche.
─¿Kira? No suena muy raro... ¿Qué tal Pelusa? No, tampoco, es muy usado ─ ella se quedó pensando en más nombres, incluso buscó en Google nombres lindos, pero ninguno parecía llamar su atención. ─Oh, aquí hay uno, aunque parece el nombre de una persona, pero teniendo en cuenta que usan Bruno o Mateo para perros, bueno, no importa, ¿qué te parece Jungkook? ─ sonrió.
El pequeño gatito levantó su cabecita para mirarla, maúlla de manera tierna, al parecer dando su aprobación.
─Parece gustarte ─ dice, asintiendo. ─Entonces Jungkook será, bienvenido a tu nueva casa, Kookie ─ dice ella, abreviando el nombre.
El pequeño gatito no puede estar más feliz, bebiendo de leche tibia, bajo un techo cálido y con un nombre. Tenía suerte.
