El efecto JinYoung [Bnior]

Es irreal...

¿Efecto JinYoung?

Se escucha tan extraño y obviamente no es cierto. Tal vez yo sea un pequeño factor para que JaeBum cambie de ánimo pero él no ha cambiado, sigue siendo la persona más maravillosa que pude tener el lujo de conocer. Nunca he entendido porque le tienen miedo, porque si quiera se alejan de él cuando yo, lo único que siempre busco es estar más y más cerca de él. Es un iman para mi y nunca he tratado de luchar contra su poder de atracción. JaeBum no necesita cambiar, todo en él es maravilloso.

Aunque si hemos cambiado desde que nos conocimos, crecimos y maduramos pero lo hicimos todos juntos. No nada más JaeBum o yo. Los chicos también han cambiado—creo que ellos más que nosotros— la mayoría para bien. Gracias a todos ellos tenemos a personas en quienes confiar, un hogar al cual regresar. 

Era justo lo que yo necesitaba.

Siento que cada uno llego a mi vida en el momento justo, razones sobran, situaciones extrañas también. Pero con JaeBum todo fue perfecto, el me encontró—en este punto no se si el lo hizo o yo lo encontré a él—, me envolvió tan amorosamente, tan protectoramente que supe al instante que no querría salir de ahí—y hasta ahora no ha pasado—.

En el tiempo que entre a la preparatoria yo me había dado por vencido. Mis padres seguían preocupados más por sus propios problemas que por los míos. Odiaba llegar a mi casa para estar solo, lo que más detestaba era la hora de comida. Nuestro comedor gigante siempre estaba vacío, así que deje de hacerlo, deje de comer, deje de pensar en mi familia, deje de intentar. Me hundí un poco en mi miseria, a ese punto debía de estar acostumbrado pero no lo lograba. Mi único amigo vivía del otro lado del mundo y me sentía cada vez más solo, abandonado creo sería la palabra correcta. Entonces fue cuando me rescataron, iluminaron un poco mi oscuridad, aunque él también tenía sus propios problemas, le dio prioridad a los míos. Incluso ahora, siempre le da prioridad a todo lo que me pasa y no puedo dejar de inflar mi pecho de amor por eso.

Los rumores sobraban desde que si había matado a alguien en su anterior escuela hasta que tenía un esclavo un par de años menor. Pero todos estaban de acuerdo en una cosa: era el ser más guapo en esa preparatoria, el jugador más cotizado, el más caliente. A pesar de que todos le huían por la clara mueca de disgusto en su cara, todos lo deseaban. Ojos afilados y profundos, cejas pobladas enmarcando perfectamente su rostro, pómulos altos, mandíbula afilada y marcada, labios esponjosos, absolutamente besables, hombros anchos, listos para sostenerte de ellos, torso en una V perfecta, espalda fuerte, justa para dejar marcas, brazos anchos, piernas igual y, además de todo eso, el aura de chico malo tan atractiva que siempre ha tenido.

¿A alguien más se le hizo agua la boca?

La primera vez que lo vi quede tan impresionado, en un estado de shock—y en ese entonces solo lo había visto con ropa—. Hubo otra cosa, además de su visual, que me sorprendió. Sus ojos conectaron con los míos el primer día de clases y sentí que caía profundamente en sus lagunas, sentí que me hablaba a través de ellas y, lo más importante, me refleje en él. Sus ojos transmitían tanto, a pesar de su ceño fruncido, sentí que podía leerlo como un libro abierto y quería acercarme. Los demás decían que no hablaba con nadie y si lo hacía era muy poco. Pero yo siempre he sido un experto en ignorar rumores, sobretodo por la gran cantidad que se realizan con mi nombre.

Las siguientes dos semanas de clases realmente pensé como debería acercarme a él, pero tenía un problema muy grande: jamás había empezado una conversación. Nunca me había gustado tener compañía o no estaba acostumbrado a tenerla, así que me rendí antes de intentarlo.

Un mes después de eso me hundí más en mi mismo, cada vez más problemas en mi casa hacían que no quisiera regresar. Mi solución fue quedarme todas las tardes, leyendo en el patio más solitario de la escuela. Me sentía más ligero, probablemente porque mi aversión a comer solo hizo que sólo comiera el almuerzo de la cafetería para todo el día.