*¿Dónde estará Dumbledore y qué estará haciendo? ¿Se habrá olvidado de las lecciones sobre Voldemort que nos tendría que estar dando a Harry y a mí?*
En las siguientes semanas desde la invitación de Slughorn solo vi al anciano director de Hogwarts dos veces contadas apareciendo ocasionalmente en las comidas mientras me acordaba de la teoría de Hermione la cuál decía que Albus Dumbledore se estaba yendo por días a veces.
Con todo esto llegó la primera salida a Hogsmeade del curso en Octubre.
Me había estado preguntando si estos paseos iban a seguir permitidos por todas las medidas de seguridad alrededor del colegio y me alegré de que se llevaran a cabo ya que siempre era bueno salir del área del castillo por unas horas.
-¡Es la próxima lección de Dumbledore! ¡El domingo a la noche!- exclamó Harry hacia Ron, hacia Hermione y hacia mí desenrollando el pergamino que le había tendido Colin Creevey y leyendo rápidamente su contenido.
-¿Quieres venir con nosotros a Hogsmeade, Ginny?- pregunté mirando de reojo a mi hermana quién a su vez se encontraba mirando de reojo hacia dónde estaba Harry.
-Voy con Dean, quizás os veré ahí.- respondió Ginny saludando con la mano a su pareja quién se acercaba a nosotros por detrás de Harry mientras se alejaba.
Filch estaba parado en la puerta principal de roble como siempre cotejando los nombres de los alumnos que tenían permiso para ir a Hogsmeade.
El proceso fue todavía mas largo que lo normal ya que Filch chequeaba a todo el mundo tres veces con su Sensor de Secretos.
-¿Qué importa si contrabandeamos cosas oscuras para AFUERA? ¿No tendrían que estar controlando lo que traemos de vuelta ADENTRO?- preguntó Ron indignado mirando el largo y angosto Sensor de Secreto con aprehensión.
Su comentario le ganó unas pasadas extras del Sensor y todavía estaba haciendo muecas de dolor cuando salimos del casillo.
La caminata en Hogsmeade no fue muy agradable ya que el camino a la aldea estaba lleno de estudiantes como nosotros cuatro doblados ante las frías corrientes del despiadado viento otoñal.
Me envolví con la bufanda la parte baja de la cara haciendo que lo expuesto se sintiera rápidamente entumecido.
Más de una vez me pregunté si no hubiéramos disfrutado más el tiempo en la cálida Sala Común más cuando finalmente llegamos a Hogsmeade y vimos que la tienda de bromas de Zonko había sido cerrada lo tomé como una confirmación de que ese viaje no estaba destinado a ser divertido.
Ron señaló con una mano gruesamente recubierta de guantes hacia Honeydukes, la cuál estaba abierta, mientras Harry y Hermione subían los escalones rápidamente yendo hacia la abarrotada tienda.
Con desagrado subí detrás de ellos y entré en la tienda de dulces.
-Bendito sea Merlín... ¡Quedémonos aquí toda la tarde!- exclamó Ron temblando cuando nos vimos envueltos en un aire cálido con perfume a caramelo.
-¡Harry, Deidre, mis jóvenes!- exclamó una voz reconocida detrás nuestro.
-Oh no...- musité con aprehensión.
*Esto es como tener de vuelta a Gilderoy LockHart...*
Los cuatro nos dimos la vuelta y nos topamos con el Profesor Slughorn quién vestía un sombrero peludo con un abrigo de piel con collar de piel que hacía juego y agarraba un bolso de piña cristalizada.
El hombre ocupaba al menos un cuarto de la tienda.
-Harry, Deidre, ¡ahora son tres las pequeñas cenas que os perdisteis! Eso no funcionará, mis chiquitos, ¡estoy determinado a teneros conmigo! A la señorita Granger le encantan, ¿no es así?- exclamó el hombre de aspecto bonachón.
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La Hermana de Ron Weasley (Draco Malfoy y tú) //6//
FanficSexto libro, ambientado en Harry Potter y el Príncipe Mestizo. "Dos miradas que no pueden evitar chocarse, dos almas destinadas a encontrarse aunque no lo quieran." -Esto es todo lo que vas a conseguir de mí. ¿Esperabas más? Este será nuestro pequeñ...