Propina 🍕 NamKook [one shot]

Último Pedido

En el interior de una gran pizzería se encontraba un chico de cabellos azabaches el cual tenía aproximadamente unos veintiún años. Su trabajo en ese lugar era hacer entregas a domicilio por lo que sus días eran un poco atareados.

Aquel chico notó como su superior tomaba el teléfono y le hizo un ademán en señal de que tenia que hacer una entrega. Aquel hombre le dio un pequeño papel con la dirección y dos cajas de pizza.

-Jungkook, tienes 35 minutos para hacer esta entrega... -habló aquel hombre de piel morena -procura que te den propina -le sonrió.

-si jefe SeungHyung, no la cagaré... -rascó su cabeza con un poco de vergüenza -otra vez. -se colocó una gorra la cual tenia su nombre para luego salir del lugar.

JungKook ya se encontraba a las afueras de dicho lugar, colocándose el casco y metiendo las caja de pizza en una especie de baúl de metal que se hallaba en la parte trasera de la motocicleta. Se subió en dicho vehículo y emprendió camino; el trafico estaba muy suave así que se dio cuenta de que llegaría con un tiempo récord si él día seguía así de genial.

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Después de 23 minutos manejando la motocicleta llegó a la dirección notando que se trataba de una enorme mansión de color blanco la cual se encontraba rodeada de césped, arboles, flores y un par de fuentes. Ese lugar se veía muy lujoso por por que pensó se se trataba de una gran familia la que vivía en ese lugar; bajó de la motocicleta y se quitó el casco dejando a la vista su gorra, sacó las pizzas y empezó a caminar en dirección a la casa.

Tocó el timbre tres veces y mientras esperaba notó en su reloj que había llegado 12 minutos antes, definitivamente le tendrían que dar propina por eso.

Un hombre un poco más alto que el abrió la puerta provocando que el contrario lo mirara con total atención -oh... el de las pizzas... -dirigió su mirada hacia su propia cintura recordando que lo único que cubría su cuerpo era una toalla atada a cintura, dejando su abdomen a la vista de JungKook. -pasa que tengo una buena propina para ti.

El azabache después de unos segundos se dispuso a entrar en ese lugar, quedándose parado en medio del pasillo que dirigía a la sala esperando que el contrario le dirigiera.

-Camina por aquí -aquel hombre de cabellos verdes oliva le hizo un ademán con su mano para que este caminara. -¿quieres un poco de agua?

-El menor asintió varias veces y soltó una pequeña risa por lo amable que era aquel sujeto -si por favor.

Mientras JungKook investigaba con la vista cada detalle de aquel lugar el mayor se le acercó con un baso de vidrio el cual tenía u liquido verde. -el agua está caliente así que te traje un poco de limonada.

-Gra...gracias -tomó aquel líquido y de inmediato notó cono su cuerpo de relajaba totalmente, cayendo al piso -¿que mierdas tenia eso...? -el repentino sueño lo hizo callar.

-Shhh, es mejor que no sientas nada. -se acercó al adormecido cuerpo de JungKook y lo levantó.

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Se despertó atado a una silla, con su cuerpo desnudo y una tenue luz blanca era lo único que alumbraba la habitación. El miedo y la desesperación invadían completamente su cuerpo mientras su cabeza dolía al igual que una cierta zona, era obvio que había sido violado por el sujeto "amable" de hace un rato. Intentó desatar sus manos pero fue imposible debido a que la puerta de aquella habitación se abrió y la luz fue encendida.

-¡Maldito bastardo! -Jungkook empezó a batirse haciendo que la silla cayera pero no lo logró debido a que el contrario la sujetó.

-Cuidado te caes princesita -le sonrió de manera pícara y le dio un fuerte golpe en el rostro a el contrario -oh por cierto, tienes un cuerpo hermoso.

-JungKook se quejó por el golpe y frunció el ceño por el dolor -desgraciado -soltó eso con mucho esfuerzo.

El azabache quien se encontraba atado a aquella silla pudo notar como el contrario mantenía entre sus manos aquella gorra que tenia antes de venir, prestó mucha atención como aquel sujeto la colocaba en la pared junto a otras cuatro gorras que mantenían aquel color rojo carmesí y nombres al igual que la suya.

-¿SeokJin?, ¿JiMin?... -estaba totalmente confundido -¿YoonGi?, ¿TaeHyung? -después de unos segundos se dio cuenta de quienes se trataba -¿acaso no son los nombres de los que se retiraron de la pizzería? ¡Maldita sea, habla!

-Dudó un poco -si...si lo son -sacó de la parte trasera de su pantalón un arma de color negro y apuntó a la cabeza del contrario. -¿algo que quieras saber antes de morir?

-¿quién carajos eres? -sus lágrimas no tardaron en salir, pues, su destino ya estaba sellado.

-Mi nombre es NamJoom... -su voz se oía fría como el hielo -Kim NamJoon.

El disparo resonó en la habitación y el sonido del ultimo suspiro de JungKook llamó la atención del contrario provocándole una sonrisa.

-Otro más para mi colección.

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Dos semanas después en aquella pizzería, un chico de cabellos azabaches y mechones morados se encontraba sentado en una de las sillas que se encontraban en ese lugar, esperando a que alguien llamara.

-De repente el celular sonó y aquel hombre de piel morena contestó la llamada -aquí te tengo a otro chico.

-¿tiene buen cuerpo?.

-Si, me vas a tener que dar una buena paga por él -hablaba lo suficientemente bajo para que no lo escucharan.

-Si es lo suficientemente hermoso entonces te tengo una gran paga.

Colgó la llamada y dio un pequeño silbido para llamar la atención del contrario. -HoSeok, tienes un pedido -aquel chico se colocó una gorra roja y salió de aquel lugar sin saber que sería su último día de vida y que aquella gorra que llevaba puesta quedaría en la sangrienta colección de otro sujeto.